Adrián falleció a bordo de una camioneta de la empresa Alexander Dennis, encargada del mantenimiento de las unidades del Metrobús.
El hombre, de 40 años, viajaba en la parte trasera y quedó tendido entre herramientas y bidones.
El vehículo era conducido por Misael, su cuñado, y se estrelló contra el acceso peatonal a la estación ISSEMYM de la Línea 2 del Mexibús, en la Colonia San Cristóbal.
Junto a Misael iba Brenda, su esposa, Agustín y Melisa, sus hijos pequeños, quienes resultaron lesionados.
Los niños, de 4 y 7 años, tuvieron que ser hospitalizados, mientras que a su mamá sólo la atendieron en el sitio y a su papá lo detuvieron.
Según las primeras indagatorias, el accidente ocurrió después de las 7:00 horas, cuando volvían de una reunión en la que los adultos consumieron bebidas alcohólicas.
Testigos señalaron que Misael, de 24 años, circulaba por el carril confinado sobre Avenida Revolución, con dirección hacia el oriente.
Al llegar a la estación del Mexibús, perdió el control y se estampó de frente contra el barandal que protege la entrada.
Debido a la velocidad que llevaba, la estructura de metal terminó incrustada en el motor de la camioneta y las bolsas de aire se activaron al interior.
«Sí venían en chinga, pero la bronca es que donde empieza la estación hay una curvita y seguido les gana (a los conductores).
«Yo creo que no le dio tiempo de maniobrar porque ni siquiera frenó», comentó el vigilante de un agencia de autos aledaña.
Paramédicos de Protección Civil trasladaron a los niños al Hospital General Las Américas, pero no pudieron salvar a Adrián, pues sufrió un golpe severo en la cabeza tras la sacudida.
También acudieron policías municipales, quienes verificaron que Misael tenía aliento alcohólico y lo llevaron al Ministerio Público.
Más de 3 horas después, peritos retiraron la camioneta con el cadáver de Adrián, ante la mirada de unas 30 personas, entre sus familiares y conocidos.