CIUDAD DE MÉXICO.- Jesús Hernández, acusado del feminicidio de su esposa, la cantante Yrma Lydya, falleció este martes en el Reclusorio Norte; murió en su celda por causas naturales, según informó la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). El imputado estaba bajo proceso el cual no concluirá.
El también abogado padecía enfermedades crónico-degenerativas que se fueron agravando por el internamiento en prisión; en todo momento recibía atención médica de las autoridades y su escolta y hombre de confianza —también detenido e investigado por el feminicidio—, Benjamín, lo cuidaba todo el tiempo pues era su compañero de celda.
Fue este quien declaró: «Le pregunté a las 09:30 [de la mañana del martes] si quería comer y me dijo que no. A las 10:30 regresé al dormitorio y se empezó a sentir mal». El guardaespaldas reveló también que apenas hace cuatro días le negaron una audiencia y se deprimió y por eso había estado comiendo poco.
El abogado Jesús Hernández se encontraba privado de su libertad en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, fue trasladado al servicio médico del centro, donde se le brindaron las atenciones médicas para reanimarlo; sin embargo, a las 10:45 horas fue diagnosticado sin signos vitales, informó la SSC.
El pasado 12 de septiembre Jesús Hernández tuvo un infarto cerebrovascular y se le realizaron tomografías en el Hospital General de Ticomán.
Fue en junio pasado cuando la fiscalía capitalina refirió el ataque a balazos en el interior del restaurante Suntory, en la colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, en el que el abogado mató a su esposa al disparar en tres ocasiones en contra de ella.
Jesús y Benjamín fueron detenidos en el lugar de los hechos el pasado 23 de junio en el restaurante Suntory, tras un reporte por detonaciones de arma de fuego.
La fiscalía capitalina informó que inició una carpeta de investigación para esclarecer la muerte, dentro del Reclusorio Norte, por parte del abogado Hernández Alcocer.
Como parte de las primeras indagatorias se entrevistó al guardaespaldas del imputado y a los custodios en turno, al tiempo que se revisó su historial médico para descartar alguna omisión de parte de la institución penitenciaria.