Por Lilia de la Fuente
LEVANTA TU FE
“ÉL DIO SU VIDA POR MI”
Me quería quitar la vida,
La vida que DIOS me dio…
Pero JESÚS NO LO PERMITIÓ
Jesús no lo permitió…
Él dio su vida por mí…
De la muerte me salvó…
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Cargaba con la tristeza,
No conocía el AMOR…
DIOS escuchó mi plegaria,
Y me sacó del error.
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Me levanto con sus brazos.
Y alivianó mi dolor…
La verdad me hizo libre,
Soy Feliz, ¡Gracias a DIOS!
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¡Yo no soy yo! Es CRISTO en mí…
El dio su vida… Y mi vida… ÉL SALVÓ.
Yo no soy yo. Es Cristo en mí…
El dio su vida, y mi vida él salvó.
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“PUÑO DE OLVIDO”
Un puño de tierra
Yo pongo a los muertos…
Con mucho respeto…
Tristeza y dolor,
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Un puño de olvido,
Será suficiente,
Para desplazarlo
De mi corazón…
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Un clavo que duele,
Lo saca otro clavo,
Un beso se borra
Con los de otro amor.
También las caricias
Que llevo en mi cuerpo…
Van a ser borradas,
Por amor de DIOS.
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Un puño de olvido.
Te voy a poner…
Un clavo con otro…
Deja de doler.
Los besos se borran.
Con los de otro amor…
Y todo se olvida…
Bendito sea DIOS.
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“BELLO LUCERO”
Lucero que centelleante
Tiemblas en la oscuridad…
Deja un rato de vibrar
Para mirarte un instante
Y mis ansias acallar.
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Bóveda de negro manto…
Que consumes el encanto
Del atardecer fugaz…
Cubre con tu capa obscura,
A esta mente que tortura
Mi Cerebro, más y más.
Arranca del sueño loco,
Este pasado que evoco…
Y llévame hasta el olvido,
Para sentir que no vivo…
En este mundo mordaz.
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Lucero bello lucero,
Que alumbras el firmamento…
Dame algo de tus reflejos,
Dame luz, dame tu aliento…
Ven, a iluminar lucero…
¡Estos negros sentimientos!
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“SOÑÉ”
Soñé que perfumaban
El ambiente…
Un ramo de rosas rojas.
Cada rosa era un beso.
Y las ramas, sus fuertes
Brazos que me aprisionaban.
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Mas como despertando
Del hechizo, que el seductor
Aroma me brinda,
Sentí que las espinas…
De aquel ramo…
Como garras de león…
Se me clavaban.
Hasta mañana.