El Gobierno de México debe realizar cambios sustanciales a su política energética actual para poder resolver las consultas con Estados Unidos, señaló Kenneth Smith, ex jefe de la negociación para el Tratado Comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Tras concluir los 75 días establecidos en el periodo de consultas, EU, que inició el proceso, tiene el derecho, más no la obligación, de arrancar con el panel internacional.
Sin embargo, la semana pasada se dio a conocer que se continuará con el diálogo para tratar de lograr un acuerdo, lo cual dependerá de que México dé marcha atrás a los cambios regulatorios en energía, que, según Smith, vulneran inversiones extranjeras.
«Estados Unidos puede extender las pláticas y así lo anunciaron, pero en cualquier momento pueden pedir el panel; yo creo que es una buena señal que quieran seguir dialogando, (…) pero creo que están haciendo tiempo porque viene un evento muy importante que es la Reunión de Líderes de América del Norte, a principios de diciembre.
«Estados Unidos está esperando que se logre una resolución en el tema, pero creo que va a ser muy difícil que se logre porque la solución real es que se cumpla cabalmente con lo que dice el T-MEC, implica hacerle cambios radicales a la Ley de la Industria Eléctrica, a la Ley de Hidrocarburos que aprobó este Gobierno, a los cambios administrativos y regulatorios que se han venido aprobando por los reguladores», apuntó en entrevista.
Smith estima que si para la reunión en diciembre no hay una solución a las consultas, EU dará inicio al panel bajo el T-MEC, en el que no se observan que las condiciones sean favorables para México.
«El T-MEC promueve que haya diálogo en todo momento, una vez que inicie el panel, dándole derecho de audiencia a Estados Unidos, a México y trayendo, de ser necesario, a expertos en el sector a explicar los impactos de la política energética y lo que se puede vislumbrar en el futuro para las renovables, para la generación de electricidad, las cuestiones que pone Estados Unidos en materia de gas y petróleo, todo se puede ir ventilando en el panel, pero en un canal paralelo puede continuar el diálogo para buscar un acuerdo.
«Lo que sería muy peligroso para México es que no hubiera flexibilidad y que se mantuviera la misma postura que hemos visto hasta ahora y llegar hasta las últimas consecuencias de un fallo del panel», aseguró Smith.