México debe aprovechar sus fortalezas para integrarse a la estrategia estadounidense sobre el impulso a la industria de autos eléctricos y semiconductores en América del Norte.
Una de las ventajas es que el País es competitivo en manufactura de autos, por lo que la evolución a unidades eléctricas se puede hacer en corto periodo, afirmó Daniel López, director de E-Drive, empresa de infraestructura de carga de vehículos eléctricos.
Hay armadoras que han incluido en dos a tres años líneas de producción de unidades eléctricas, agregó.
Actualmente, por ejemplo, en la planta de Ford de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, ya se producen vehículos eléctricos.
La intención debería ser que la industria que ya está en México evolucione a fabricar vehículos eléctricos con mayor frecuencia y se aprovechen y orienten los avances.
Por ejemplo, en el País hay empresas extranjeras de estaciones de carga, pero son para exportar.
Otra ventaja es la posición geográfica y amplia red de acuerdos internacionales de México, dijo López.
Agregó que el País debe desarrollar mano de obra especializada, insumos y políticas de electromovilidad que tienen otras ciudades, como Londres, donde sólo se puede ingresar al primer cuadrante con un vehículo cero emisiones, como un auto eléctrico.
López dijo que se requiere cada vez más mano de obra especializada y materiales que necesitan estas unidades, como baterías.
«Debemos especializarnos en esos componentes para entrar en la cadena de valor de vehículos eléctricos», afirmó.