Para llegar a la tranquilidad y valorarla, hay que sumergirse en el caos, asumirlo y entenderlo, y por esta apreciación, luego de tiempos turbulentos, es que Pixies se encuentra en su mejor etapa.
Joey Santiago, el guitarrista filipino-americano que ha estado de base desde que los rockeros se unieron a finales de 1986, dijo que las fracturas les han servido para enaltecer su realidad.
«La primera vez que nos separamos (en 1993) no hubo ni capacidad de diálogo ni entendimiento y no supimos cómo navegar en la turbulencia. Nos dejó un gran aprendizaje: hay que tener una misión clara», expresó Santiago en entrevista desde Río de Janeiro.
«Ha habido cambios, como el hecho de que Kim (Deal) se haya decidido por otro camino, y eso nos hizo replantearnos la atmósfera que generaría nuestro trabajo. Y sí, ha habido momentos de fricciones, pero hoy en día, todo eso nos ha enseñado que estamos donde queremos estar».
Atento, conversador y analítico, el guitarrista, compositor y realizador musical compartió que durante los últimos años, tanto él como sus compañeros, Black Francis (voz y guitarra), David Lovering (batería y percusiones) y Paz Lenchantin (bajo, violín y voz), reafirmaron su vocación.
«Nos encanta la música, nos apasiona, es nuestra vida y regresar al estudio, a los conciertos, nos dio una vida que sentíamos que habíamos perdido», señaló el músico.
Pixies acaba de estrenar en plataformas, y en ediciones físicas en diversas presentaciones de vinilo, su octava producción discográfica inédita, Doggerel.
«Una de las experiencias que más me genera placer del lanzamiento de Doggerel es que hay edición en formato físico, en vinilo; el CD siempre tendrá una experiencia que no te da la plataforma digital, el hecho de tocarlo y tenerlo en las manos, apreciando el arte, me parece fabuloso», dijo.
De esta ya sonaron «There’s a Moon On», «Vault of Heaven» y «Dregs of Wine», siendo esta última la que da un crédito a Santiago como compositor en la historia de la banda, seguida de la que da nombre al álbum.
«Tenía que suceder en algún momento y las condiciones se dieron, son canciones que les tengo un cariño profundo y la recepción ha sido muy cálida. Lo que veo es que hay más oportunidad de desarrollo en medio de la evolución del grupo y eso lo aprecio. Quedaron las canciones y yo estoy feliz», aseguró Santiago.
Luego de su retorno a la música formal en el 2004, Pixies le dio continuidad a su carrera como banda emblemática del punk rock alternativo de Estados Unidos, y se volvió casi de culto para los amantes del género en Latinoamérica y Europa, en donde tienen su más grande base de seguidores.