El famoso resplandor que formara una de las épocas de oro de la fotografía de la moda mexicana se apagó. Falleció, de un accidente en su nueva casa de Santa María la Ribera, “el french cowboy”, como se hacía llamar, originario del oeste de Francia, el legendario Christian Besson.
Amante desde siempre de la fotografía, el joven Christian que trabajaba entonces para National Geographic fue comisionado para venir a México, país que, con sus colores y alegría, lo conquistó y decidió quedarse para captar su esencia, su alma. A partir de allí, poco a poco empezó a adquirir fama y fortuna.
Su nombre revive todos grandes recuerdos de la década de los 80, cuando Besson, armado de su famosa cámara Hasselblad de formato medio, iluminaba con sus clicks a las modelos del momento, realizaba las mejores portadas, las campañas más espectaculares y los catálogos más famosos.
“No sólo era un as de la iluminación, sino que era el único capaz de mejorar la realidad de las modelos, estrellas de la época, el vestuario y las campañas publicitarias. Sacaba lo mejor de cada persona”, afirma Ana Margara, su modelo y después colaboradora con muchas portadas para revistas de moda nacionales.
Porque, con la ayuda de su exposímetro y un par de grandes cajas de luz, Besson lograba trabajos excepcionales jugando con la luz como nadie.
Colaborador de revistas femeninas como Kena,Vogue, Casas y Gente, y retratista de figuras del espectáculo mexicano, de Lucero a Los Tigres del Norte, de Kabah a las Flans pasando por los Garibaldi. Realizó también fotos y catálogos para tiendas departamentales como El Palacio de Hierro, Scappino y High Life, donde llegó a trabajar con famosas como Claudia Schiffer, Salma Hayek, a quien impulsó al principio de su carrera, y Charlize Theron, por mencionar algunas.
Reservado con su vida personal, dedicado y respetuoso, centrado en la búsqueda del perfeccionismo, Christian será recordado por la dirección de un trabajo impecable y serio, a veces un poco distante quizás, muy a la francesa.
Sin embargo, sus ojos azules lo traicionaban porque era profundamente humano con todos los que lo conocieron y con sus colaboradores de su estudio. Su asistente personal, carpintero y escenógrafo, su contadora encargada de su tienda de artículos fotográficos, su colaboradora de casa, Enedina y su hijita Ely, a quien el maestro de la luz festejaba con una mirada de orgullo cada vez que la veía salir desde pequeña, rumbo a la escuela.
Los ojos de Besson proyectaban la luz de un caballero humanista, sencillo y gustoso de reunir comensales alrededor de su mesa, ya que otra de sus pasiones era la gastronomía, por lo que tuvo, durante muchos años, un popular Bistro tunicado en la Colonia Condesa.
Besson era capaz de reunir a verdaderas familias de trabajo que le acompañaban alrededor de la mesa en un festejo fraterno, cordial y por todos recordado.
Deliciosos manjares caseros eran degustados por la familia fashionista como un premio, luego de sesiones coronadas con la satisfacción de hacer crecer el profesionalismo entre maquillistas, estilistas y coordinadores de moda dirigidos por el maestro de la luz y crítico de la lente.
Fue entonces creador de un estilo perfecto, artesanal, cuidado a detalle, medido, disciplinado, puntual, quizás aparentemente frío, sin exageraciones.
Elegante y sofisticado, sin pretensiones fuera de la estética, sin vulgaridades. Muy al estilo del país donde nació.
Descanse en paz el querido francés que iluminó, como ningún otro, toda una etapa de la moda nacional.
“Mi relación con Christian inició en el trabajo, ya que hicimos muchos proyectos juntos para convertirse en un gran amigo. Fue un increíble profesional. Te llevaré siempre en mi corazón”.
Beatriz Calles directora del MBFWMX
“Un ser maravilloso que te hacía sentir como una reina. Recuerdo muchos catálogos preciosos para El Palacio de Hierro. Siempre te cuidaba y su luz era maravillosa”.
Carmen Campuzano modelo
“Amigo de más de 40 años, parte esencial de mi vida. Un gran ser humano que formó la historia de la moda del País, desde los años 80. Un francés que adoraba a México”.
Carlo Demichelis diseñador
Conócelo
Christian Besson Petit nació en Francia en 1948, estudió fotografía en la Germain School de Nueva York. Sus primeros trabajos fueron en la publicidad, incursionó en la moda en 1976, siguió la trayectoria de varios diseñadores mexicanos, entre ellos, Manuel Méndez, Gene Matouk y Enrique Martínez, Carlo Demichelis, Ricardo Santana.
Trabajó con modelos como Elsa Benítez, Rebecca de Alba, Ana Margara, Laura Reyes, Jackie Dalmacci, Luisa Sáenz, Paulina Stettner, Martha Cristiana y con todos los maquillistas destacados como Eduardo Arias y Eduardo Gaset, estilistas como Gloria Torres, Juan Álvarez y Eduardo Montoya.
Todos reflejados en los espejos de su primer estudio ubicado allá en la Colonia Nápoles.