Cuando estallaron los disturbios en todo Irán el mes pasado que pedían el fin del Gobierno de la República Islámica, con mujeres jóvenes en las grandes ciudades y pueblos pequeños arrojando sus velos en las hogueras al grito de “Mujeres, Vida y Libertad”, dos adolescentes salieron de sus casas para unirse a las manifestaciones.
Crece rebelión estudiantil en IránFue la última vez que sus familiares las vieron con vida. Una familia buscó frenéticamente a su hija durante 10 días, publicando pedidos desesperados de información en las redes sociales. La otra descubrió el destino de su hija a unas horas de su desaparición.
Pero el sombrío resultado fue el mismo. Las adolescentes desaparecidas habían sido asesinadas por los servicios de seguridad, dijeron sus familias y grupos de derechos humanos. El cráneo de una menor fue aplastado, y la cabeza de la otra fue rota por golpes de macana. Sus cuerpos fueron entregados a sus familias llenos de moretones y desfigurados. Ambas tenían apenas 16 años.
Las dos adolescentes, Nika Shakarami y Sarina Esmailzadeh, se han convertido en los nuevos rostros de las protestas que han convulsionado al país en el último mes, el brote de disturbios civiles más grande y sostenido que afecta a Irán desde 2009. Sus imágenes aparecen en carteles pegados en secreto en las paredes de las ciudades a lo largo de Irán y en pancartas que cargan las manifestantes. Sus nombres son un grito de guerra por la furia que se dirige contra los gobernantes de la República Islámica.
Las mujeres y niñas se han destacado en la primera línea de las protestas, que estallaron hace casi un mes, al igual que jóvenes, incluso con estudiantes de preparatoria que participan, desafiando las repetidas represiones de las fuerzas de seguridad.
La represión ha cobrado un precio mortal: el Comité para la Protección de los Derechos de los Niños de Irán dijo que 28 niños y adolescentes han sido asesinados y que muchos han sido detenidos. La agencia de Naciones Unidas, UNICEF, declaró esta semana que estaba “extremadamente preocupada” por los reportes.
Las familias de las dos adolescentes y grupos de derechos humanos, incluidos Amnistía Internacional e Iran Human Rights, dicen que las dos menores fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad después de tomar parte en diferentes protestas a finales de septiembre, Nika en Teherán, y Sarina en la ciudad de Karaj, afuera de la capital. Fuerzas de seguridad aplastaron el cráneo de Nika, le rompieron los dientes y le dislocaron el pómulo, señaló su madre en entrevistas. La cabeza de Sarina se fracturó después de que fue golpeada repetidamente con una macana hasta que murió desangrada.
El Gobierno ha dicho que las dos adolescentes se suicidaron saltando de azoteas. Miembros de sus familias han repetido esta narrativa oficial en la TV estatal, pero algunos parientes dijeron que esas apariciones fueron coaccionadas y que han sido amenazados e incluso encarcelados para disuadirlos de decir lo que realmente les pasó a Nika y Sarina.
En vida, Nika y Sarina eran adolescentes felices que cantaban y bailaban, se reían con amigos, deambulaban por los centros comerciales y posaban para selfies, de acuerdo con videos que compartían. En la muerte, sus rostros han llegado a simbolizar un levantamiento nacional para derrocar a la República Islámica que tiene a miles de jóvenes en las líneas de frente, y a una mujer, Mahsa Amini, de 22 años, quien falleció bajo custodia de la Policía de la moral el mes pasado, como su chispa inspiradora.
Jóvenes comoNika y Sarina en el centro del levantamiento plantean uno de los mayores desafíos para los clérigos gobernantes de Irán. Son expertos en tecnología y muchos están separados de la ideología política y religiosa que definió a las generaciones anteriores.
Autoridades han tratado de aplastarlos con violencia y estrangularlos interrumpiendo internet y bloqueando las populares plataformas de redes sociales como Instagram.
No ha funcionado. Las protestas se han extendido de las calles a los campus de las universidades y a las preparatorias. Lasniñas de preparatoria a lo largo de Irán se han quitado los hiyabs, han roto fotos del líder supremo del país, el Ayatolá Alí Jamenei, y han abucheado y ahuyentado a un orador invitadode la temida milicia Basij, mostraron videos divulgados en redes sociales.
El contraalmirante Ali Fadavi, subcomandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, dijo la semana pasada que la edadpromedio de los manifestantes detenidos es de 15 años. Yousef Nouri, Ministro de Educación, señaló el martes que los estudiantesde preparatoria que han sido arrestadoshan sido enviados a “centros psiquiátricos para someterse a una reforma educativa y conductual”.
Amini, cuya muerte el 16 de septiembre cuando se encontraba bajo custodia de la Policía de la moral desató las protestas, había sido arrestada por cargos de no cumplir adecuadamente la ley del hiyab, que obliga a las mujeres a cubrirse la cabeza. Su familia ha rechazado la versión del Gobierno de que murió de un ataque cardiaco y afirma que sufrió una herida en la cabeza después de haber sido golpeada por la Policía.