CIUDAD DE MÉXICO.- El pleno de la Cámara de Diputados aprobó una modificación a la Ley General de Vida Silvestre, por 331 votos a favor, 17 en contra y 125 abstenciones, para prohibir que cualquier ejemplar de mamífero marino sea sujeto de aprovechamiento extractivo, ya sea de subsistencia o comercial, con excepción de la captura que tenga por objeto la investigación científica para su conservación.
Los votos a favor fueron de Morena, del PVEM, del PT, del PRI, del PRD y de Movimiento Ciudadano; y algunos votos en contra de diputados priistas y las abstenciones del grupo parlamentario del PAN.
¿Qué dice la modificación a la Ley?
“Queda prohibida la utilización de ejemplares de mamíferos marinos en espectáculos fijos o itinerantes; así como en cualquier actividad cuya finalidad no sea la investigación científica para su conservación”, especifica la reforma avalada.
Asimismo, se infraccionará la extracción con fines de reproducción de mamíferos marinos sin la autorización correspondiente o en contravención a los términos en que esta hubiera sido otorgada. “Los propietarios y poseedores deberán garantizar la conservación de mamíferos marinos en óptimas condiciones de trato digno y respetuoso hasta la muerte de los mismos”, establece también.
Además, quien incumpla la ley será acreedor de una multa equivalente de 200 a 75 mil veces la Unidad de Medida y Actualización. Los diputados señalaron que los delfines utilizados en espectáculos, representan el mayor número de mamíferos marinos explotados, y la entidad que concentra a más es Quintana Roo.
Actualmente, Chile, Chipre, Croacia, Costa Rica, India, Canadá, Eslovenia y Francia prohíben el cautiverio de delfines; y Australia, Estados Unidos, Suiza, Indonesia y México cuentan con alguna restricción para los delfinarios.
Hay aproximadamente 3 mil delfines en cautiverio en el mundo, de los cuales 250 se encuentran en nuestro país. El proyecto refiere que las ganancias económicas por dicha actividad van de los 400 mil a los 2.2 millones de dólares anuales por animal, monto que hace rentable la explotación y sufrimiento que representa su cautiverio.