Raquel Orozco es una mujer fuerte e independiente como sus propios diseños. Creadora de una marca de ready to wear con un sello cosmopolita, multicultural e incluyente que, además, no pierde de vista la estética, Raquel ha tenido éxito con sus creaciones modernas, sofisticadas y que realzan el poder femenino.
Así, sus piezas de cada colección presentan también diversas tallas porque sabe que el mundo viene en varios envases, son fabricadas con cero desperdicios y una búsqueda de la sostenibilidad en todos los aspectos.
«Creo fielmente en el slow fashion, por lo que siempre pienso en colecciones realizadas con procesos más detallados y con ediciones limitadas, más exclusivas y atemporales, cuidando las condiciones éticas de cada una», afirma la diseñadora, quien acaba de presentarse en Nueva York.
Raquel, junto a su equipo de trabajo, deja la experiencia y el corazón en cada prenda, las cuales contienen gran dosis de protagonismo, ya sea por medio del color, las formas geométricas o los cortes inesperados, pero siempre respetando la comodidad, un factor esencial para las propuestas de hoy.
«La moda es una forma de expresión, una extensión de identidad, personalidad y empatía con uno mismo. Por eso mis diseños se adaptan a diversos tipos de mujeres», agrega Raquel, quien encuentra la inspiración en la vida diaria, en las pequeñas cosas que a veces pasan desapercibidas al ojo común.
Y para la próxima temporada, la diseñadora tuvo como inspiración predominante la arquitectura mexicana, sobre todo de famosos como Luis Barragán, Ricardo Legorreta, pero también del más reciente, Michel Rojkind. Un homenaje de la diseñadora al modernismo mexicano con sus líneas contundentes, limpias y su uso de paletas de tonos como el rojo, el amarillo y el verde.
«Y es que no podemos hablar de México sin pensar en el color, todos los colores. Creo que somos un País alegre y fue lo que traté de plasmar en cada una de las piezas de esta colección: una alegría sofisticada», explica quien creciera en una fábrica de mezclilla de la familia.
Así, Raquel ha creado piezas separadas capaces de formar un armario básico para todas las temporadas, con líneas finas y precisas, pantalones, blusas, abrigos ligeros y por supuesto trajes de noche con hombros estructurados y mangas muy poderosas.
«Hay que destacar que cada pieza tiene terminados a mano, realizados por artesanas mexicanas que trabajan conmigo desde hace tiempo y que son muy meticulosas con lo que hacen. Y es que también hay que impulsar siempre a nuestras mujeres», agrega la creadora, quien utilizó para esta colección materiales como la seda, el chifón, la tafeta, la organza, el algodón, el tul, pero también los toques de piel.
Una colección que remite a las ganas de vivir y de renacer día a día.
A destacar
– Uso de vuelos y holanes
– Líneas fluidas en telas que vuelas
– Bloques de color
– Mezcla de colores complementarios
– Aplicaciones florales
– Mangas con gran protagonismo
– Motivos florales
– Drapeados y fruncidos