Aunque ha declarado múltiples veces su apoyo al Presidente Andrés Manuel López Obrador y ha reflejado la corrupción en las películas del cineasta Luis Estrada, Damián Alcázar dice no interesarse para nada en la política, a la cual literalmente le dice: ¡Guácala!
Pese a ello, a su nueva película, Poderoso Victoria, le encuentra una dimensión importante en ese sentido al mostrar la organización de la gente para crear un ferrocarril.
«La historia es un cuento que yo sabía que tenía mucha luz, estaba lleno de esperanza, percibí inmediatamente cómo un pueblo forma un equipo y consigue sus objetivos, sus anhelos, que son ellos, es el pueblo quien tiene que salir adelante.
«No me interesa ni me gusta la política, ni quiero. ¡Guácala! Por lo menos, como se hacía antes. La política tiene que ser algo que sea una vocación de servicio más que una carrera o te agarra la corrupción de inmediato».
Damián Alcázar, actor
«Nadie tiene que venir a echarles la mano, uno puede perfectamente coordinado. De alguna manera es un cuento un tanto naif, no hay grandes vuelcos de emociones ni de acciones, pero valía la pena porque consiguen su objetivo», consideró en entrevista.
En la cinta del director Raúl Ramón, que llega a cines el 24 de noviembre, el protagonista de La Ley de Herodes da vida a un líder nato entre los vecinos, a quienes guía para la construcción del ferrocarril y con quien se identifica.
«Él tiene sus raíces en ese pueblo, es el más viejo ahora de los que quedan y quiere ayudar por el arraigo, que es una cosa fundamental en el ser humano. Son pinceladas que tiene el cuento que me parecen suficientes para poder hacerlo», detalló.
Poderoso Victoria es una cinta independiente debido a que no recibió apoyos gubernamentales por las complicaciones ante la extinción de fideicomisos.
El protagonista de El Infierno sabe que no se apoya más al cine que en gobiernos anteriores, pero dijo entender la razón.
«Se sigue haciendo cine y se va a seguir haciendo seguro, nuestra película no tuvo el apoyo federal, cosa terrible, pero se logró. Hay prioridades, en México hay muchísima gente que no comía o comía una vez al día.
«El hecho de que pidieran tanto dinero prestado tiene al País realmente endeudado, de ahí salía una pequeña parte para las becas y las artes, pero todo lo demás se lo llevaban. Se va a lograr (que se haga más cine), depende de nosotros», expresó durante la presentación de la película.
Alcázar luce el cabello rubio, pero no es por vanidad, sino a consecuencia de la película Autogol, que rodó en Colombia sobre el jugador Andrés Escobar de aquel país, que metió el balón en su propia portería en el mundial de 1994.
«Soy un narrador de futbol, a mi personaje le toca que alguien lo quiere matar y como tiene humor negro, lo agarra un policía y para que no lo reconozcan se pinta el pelo.
«Pero el fútbol no me gusta nada, siempre que me preguntan a quién le voy, digo que a Messi«, detalló.