Volaris presentó un amparo para impugnar la reducción de horarios de despegue y aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), pero su demanda lleva más de cinco meses en el limbo judicial.
Entre lunes y martes, la aerolínea tuvo que cancelar al menos 60 vuelos desde y hacia al AICM, al entrar en vigor dicha reducción de horarios, conocidos como slots.
Al igual que Aeroméxico, Volaris reclama en su amparo la reducción del tope de operaciones por hora en el AICM, ordenada el 12 de mayo por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), en un oficio que estableció los “parámetros de coordinación y detalles de capacidad disponible para la temporada Invierno 2022 en el AICM”.
En dicho oficio, se dispuso un máximo de 49 operaciones por hora, una reducción de 19.6 por ciento respecto a las 61 operaciones que Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) determino en 2013, como adecuado para la operación segura y eficiente del AICM.
En agosto, se determinó que el tope de operaciones quedaría en 52 por hora, a partir del 31 de octubre.
Volaris presentó su amparo el 31 de mayo ante la jueza federal Celina Rico, quien consideró que el caso está relacionado con el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA), y lo envió a su colega Sandra de Jesús Zuñiga, que concentra los litigios por dicha terminal.
De Jesús rechazó el amparo, lo que generó un conflicto competencial que un tribunal colegiado resolvió el 31 de agosto, ordenando a dicha jueza asumir el asunto.
Pero el amparo sigue sin ser admitido, pues la jueza ha pedido varias aclaraciones a Volaris, que el 24 de octubre, ante la inminente entrada en vigor del nuevo tope en el AICM, urgió a que se de trámite a su demanda.
Se desconoce si Volaris pidió una suspensión para mantener los slots que tenía previamente, pero el amparo podría seguir congelado, pues luego de sufrir un hackeo, la AFAC anunció ayer que no habrá trámites ni recibirá notificaciones judiciales hasta el 2 de enero.
Aeroméxico, cuyo amparo fue admitido por un juez especializado en Competencia Económica, no pidió una suspensión, y en ese caso aún no se dicta sentencia sobre la legalidad de la actuación de las autoridades aeronáuticas.
Según fuentes cercanas a los litigios, la molestia de las aerolíneas deriva de que AFAC les envió su oficio dos días después de una reunión en la Secretaria de Gobernación, en la que se acordó reducir la saturación del AICM, luego de que dos aviones de Volaris estuvieron cerca de chocar entre ellos.
Las medidas incluyeron sacar del AICM los vuelos de carga y chárter, mientras que las aerolíneas aceptaron abrir nuevas rutas desde el AIFA. Pero estas nuevas rutas no eran para reemplazar las del AICM, y no se acordó reducir el tope de operaciones en dicho aeropuerto.
Las aerolíneas también impugnan actos previos al oficio del 12 de mayo, incluida la Declaratoria de Saturación de las dos terminales del AICM, publicada por la AFAC el 3 de marzo, 18 días antes de la inauguración del AIFA.
Una de las ordenes de esta Declaratoria fue al SENEAM, para llevar a cabo la “revisión y en su caso modificación” del dictamen de capacidad operacional del AICM.
