El español Rafael Nadal, que no había jugado en el circuito ATP desde su eliminación a principios de septiembre en octavos de final del Abierto de Estados Unidos, tuvo un mal regreso a la competición y quedó eliminado este miércoles en la segunda ronda del Masters 1000 de París-Bercy al caer 3-6, 7-6 (7/3) y 6-1 con el estadounidense Tommy Paul (31º).
El español de 36 años, actual número dos del mundo y ganador este año de dos Grand Slam (Abierto de Australia y Roland Garros), ha tenido una segunda mitad del año marcada por las lesiones -baja principalmente antes de su semifinal en Wimbledon– y por su reciente paternidad.
Nadal pareció tomar las riendas del partido después de la primera manga, donde Paul tuvo grandes dificultades para controlar la pelota. Pero el mallorquín fue bajando de intensidad poco a poco hasta casi extinguirse en el último set.
Con esta derrota, a diez días del inicio del Masters de fin de año para el que está clasificado, Nadal permitiría a su compatriota Carlos Alcaraz asegurar en París la plaza de N.1 del mundo a final de año, siempre que gane el torneo.
Alcaraz se convirtió a los 19 años en el número uno del mundo más joven de la historia al ganar el Abierto de Estados Unidos.
También está Medvedev está fuera
Daniil Medvedev cayó derrotado ante el australiano Alex De Miñaur por 6-4, 2-6 y 7-5, en 2 horas y 45 minutos de juego.
Ganador en París-Bercy en 2020 y ex N.1 del mundo, Medvedev salvó dos bolas de partido con su servicio antes de ceder en la tercera.
Será así De Miñaur quien se enfrente en octavos al estadounidense Frances Tiafoe (21º), semifinalista del último US Open, y que se deshizo este miércoles del británico Jack Draper 6-3, 7-5.
De Miñaur, de 23 años, nunca había derrotado a un jugador del Top 5 (18 derrotas antes de este miércoles).
Medvedev, ganador este año de dos títulos (Los Cabos y Viena) y con tres finales perdidas, una de ellas en el Abierto de Australia, se había clasificado para el Masters de fin de año en Turín (13-20 noviembre) antes incluso del torneo parisino.
“Estoy decepcionado, pero ahora tengo ganas de jugar en Turín y voy a intentar jugar bien allí, a un alto nivel”, aseguró el ruso.