Entre familiares y amigos: así se mueve la desinformación entre los más de 34 millones de hispanos habilitados para votar en las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, a quienes los políticos cortejan reviviendo miedos sobre el comunismo que cargan desde sus países de origen.
En los comicios del 8 de noviembre, en los que se renueva la Cámara de Representantes, más de un tercio del Senado y una treintena de gobernadores, los votantes de origen latino representan 14.3 por ciento del electorado.
Están presentes sobre todo en Nuevo México (44 por ciento), California (32 por ciento) y Florida (21 por ciento), según el Pew Research Center.
Analistas consultados por AFP explicaron que, en esta campaña, los desinformadores apelan a las emociones de una comunidad en la que la autoridad y la proximidad tienen un papel fundamental, además de explotar el miedo que causa el fantasma de crisis políticas que los hispanos dejaron atrás en sus países.
Por ejemplo María Corina Vegas, una venezolana residente en Miami, Florida, recibe numerosos mensajes de texto que asocian al Partido Demócrata estadounidense con una «izquierda radical chavista», en referencia al fallecido ex Presidente venezolano Hugo Chávez.
El constante flujo de contenido polarizado le ha generado fricciones familiares, cuenta Vegas. «Me ha llevado a obviar entablar discusiones», aseguró, pero esto no siempre es posible. Hay parientes que «sienten que por su estatus dentro de la jerarquía familiar, o porque son hombres, tienen que ser escuchados».
Vanessa Cárdenas, de la organización estadounidense America’s Voice, que defiende los derechos de los migrantes, comentó que quienes desinforman saben que este tipo de contenidos -creados para desincentivar la participación electoral- «es más creíble cuando viene de personas en las que tú confías».
Esto explica por qué los hispanos en Estados Unidos son vulnerables a recibir desinformación a través de WhatsApp, plataforma usada por el 20 por ciento de esa comunidad según una encuesta de Equis Institute y en la que unidades de verificación como la de la AFP han establecido líneas de contacto gratuitas para recibir consultas.
En WhatsApp «es donde está la familia y gente de confianza», señaló Julio Rivera, jefe de campañas de NALEO Educational Fund, que promueve la participación de los latinos en las elecciones estadounidenses.
Cynthia Pérez, de la organización Cubanos Pa’lante, que incentiva el voto de «los cubanoamericanos progresistas» en Florida, coincidió y explicó que «las primeras generaciones de latinos en llegar a Estados Unidos le tienen mucho respeto a la autoridad», algo que a su juicio usan los políticos para desinformar.
«Si ellos ven al Presidente, al Gobernador o a un policía no piensan automáticamente que esa persona está diciendo mentiras. Y se creen lo que dice la autoridad porque es gente en la que confían», añadió.
Miedo al comunismo
Pese a que muchas de las narrativas de desinformación vienen del inglés en un intercambio natural, otras son creadas o adaptadas para exacerbar los sentimientos y emociones de las comunidades hispanas, apuntaron los analistas consultados.
Por ejemplo, muchos de los cubanos y venezolanos que emigraron a Estados Unidos «huyendo del comunismo y del socialismo» son objeto de «campañas de desinformación» para «transmitir el temor» de que lo sucedido en sus países podría repetirse allí si votan por un candidato determinado, dijo Rivera.
Evelyn Pérez-Verdía, jefa de estrategia de la consultora We Are Más, reafirmó a la AFP: «Los actores que crean la desinformación, domésticos o extranjeros, entienden el dolor que esa palabra causa para la comunidad latinoamericana o del Caribe».
«En 2018 empezaron a tildar a cualquiera que fuera demócrata, aunque fuera centrista de derecha, como socialista-comunista porque creaba de inmediato miedo en la comunidad».
Hasta ese año había 1.3 millones de cubanos en Estados Unidos, según datos oficiales, y más de 540 mil venezolanos hacia 2021, de acuerdo con R4V, la plataforma para refugiados y migrantes de Venezuela coliderada por la ONU.
La evocación del comunismo ha sido visible en la campaña en 2022, como ha identificado la unidad de verificación de la AFP.
Rivera, finalmente, dijo que faltan más controles para eliminar o frenar el flujo de la desinformación en español en Estados Unidos, en comparación con lo que hacen las plataformas sociales con contenidos en inglés, por lo que los contenidos falsos «permanecen por más tiempo» en las redes.
Un informe del grupo Avaaz, que combate la desinformación, señala que el 70 por ciento de los contenidos que desinforman en español en Facebook no fueron moderados por las plataformas sociales, en comparación con el 29 por ciento en inglés que sí lo fueron.