Fotografías de activos del contribuyente para su proceso productivo, comprobante de inscripción al IMSS de cada trabajador, presupuestos de servicios contratados con proveedores y hasta números de cheque del pago a cada uno de ellos son algunos de los más de 100 trámites mensuales que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pide para devolver el IVA.
«Pedirle al SAT una devolución de IVA a favor del contribuyente es una carrera de resistencia y no de velocidad, en la que hay quienes desisten porque llega a tardar hasta dos años», afirmó Luis Alejandro Curiel, miembro de la Comisión de Controversia Fiscal del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León (ICPNL).
El SAT responde a solicitudes de devolución de impuestos a favor del contribuyente con una serie de trabas en las que le solicita hasta fotografías de sus edificios, de su maquinaria y de todos sus activos para el desempeño de su actividad, lo que consta en este tipo de requerimientos de esa autoridad de los que Grupo REFORMA obtuvo copia.
Entre muchos otros requisitos, el SAT también pide a los contribuyentes documentar cada uno de sus trabajadores y el pago de sus cuotas del IMSS, presentar un escrito bajo protesta de decir verdad en el que describa el procedimiento para realizar su actividad, el motivo que originó el saldo a favor que solicita y describir a detalle el procedimiento para operar.
Rodrigo Fernández, presidente de la Caintra Nuevo León, reveló que en materia de simplificación estiman que las empresas deben enfrentar cerca de 180 trámites federales mensuales, la mayoría de ellos con el SAT y casi todos de índole informativa.
«En la lista para ser revisadas por la Secretaría de Economía hay 900 normas que las empresas deben cumplir y que parecen pocas, pero cuando se juntan con otras son muchísimas».
Gilberto Treviño, director del despacho jurídico Práctica Legal y Fiscal, coincidió en que es excesiva la información que pide el SAT a los contribuyentes.
Consideró que esos excesos hacen imposible la labor administrativa y contable de las empresas, pues para cumplir con esos requisitos deben tener un ejército de fiscalistas y contadores a su servicio que tramiten una devolución de impuestos.
«El SAT ya cuenta con herramientas digitales tales como la contabilidad electrónica; las Declaraciones Informativas de Operaciones con Terceros, que son reportes de todos los pagos a proveedores; tiene las facturas electrónicas y hasta listas negras para saber quiénes pueden ser simuladores de operaciones», afirmó.
«Este proceso se convierte prácticamente en una auditoría, que si sale por alguna situación rechazada la devolución, se corre riesgo de que no le quieran reconocer como deducible dichas operaciones».
Abel Garza Gómez, presidente del ICPNL y socio de Impuestos de la firma Deloitte, matizó los excesos del SAT, al señalar que hubo muchos abusos en simulación de saldos a favor.
«Eso motivó los excesivos requerimientos de información del SAT en las reclamaciones de devolución de los contribuyentes, que generalmente se dan cuando se presentan por primera vez, cuando no son recurrentes o cuando los montos se salen del parámetro acostumbrado«.
Luis Alberto Padrón, presidente de la Comisión de Difusión del ICPNL, dijo que en el caso del sector primario o de los exportadores, las devoluciones fluyen casi de manera automática, lo que también sucede con los saldos a favor de ISR.
