Oscar Ballesteros
Promotores de distintas casas financieras acechan a pensionados y adultos mayores a las afueras del Seguro Social, aprovechando en su salida para ofrecerles préstamos que exceden la proporción salarial adecuada para mantenerlo en un estado financiero estable.
Los adultos mayores son el principal objetivo de estas financieras pues se acumulan una serie de factores en donde los hacen creer que están en la necesidad de este tipo de préstamos: el ir solos, deficiencias físicas o peticiones de la familia son lo que orilla a estas personas a aceptar las opciones de los promotores de las dependencias.
Es una operación lícita el hecho de hacer propaganda acerca de los servicios de préstamos de efectivo, sin embargo, dentro de esta promoción se puede encontrar la publicidad engañosa o ausencia de ciertos datos acerca de la transacción que les ofrece; esto se trata de una actuación con dolo, pues se trata de aprovechar de aprovechar estos vacíos para afectar a los pensionados quienes no están conscientes de cuánto será la deuda a la que se enfrentarán.
Griselda Arreguín, especialista en fianzas personales, comentó acerca del tema que este fenómeno se podría terminar ante la ausencia de clientes, pero visto que esto representa algo muy complicado, deben tratarse distintos puntos una vez que los promotores se acercan a los adultos mayores.
La omisión de datos por parte del interesado “yo como cliente debo pedirle al promotor una simulación de crédito, es decir cuánto me va a costar lo que pido”, comentó Griselda, quien dijo ver la cantidad ya sumada con los intereses podría hacer pensar al solicitante acerca de la adquisición del crédito.
A los promotores recomendó reflexionen de sus acciones, pues se trata de actuar con dolo únicamente por recibir un bono, sin medir las consecuencias que provocarán al pensionado; pues ellos no aclaran los costos reales o plazos del préstamo.
La combinación de ambos puntos genera el desconocimiento de los datos concretos del trámite, como su duración o el costo de las sanciones por morosidad, concluyendo en una deuda que mermará de manera muy considerable a las pensiones de los adultos mayores.