El nearshoring daría una oportunidad de crecimiento a la industria de químicos, derivado de la demanda de insumos de otros sectores, como el automotor o eléctrico, para producir.
Artículos químicos especiales, como pigmentos, ingredientes activos y fibra de carbono, podrían crecer de 4 mil millones a 6 mil millones de dólares para captar las tendencias de nearshoring y destinarlos a industrias manufactureras de alta demanda, de acuerdo con la consultoría McKinsey & Company.
“Las industrias con potencial de nearshoring (como automotriz, fabricación eléctrica, farmacéutica y atención médica y de transporte) impulsarían la demanda local y la inversión en productos químicos especiales, incluidos pigmentos y colorantes, productos químicos electrónicos, ingredientes activos y fibra de carbono”, refiere el documento “Reimaginando la industria química de México” de McKinsey & Company.
Al ser México un socio comercial de Estados Unidos, de la Unión Europea y China, es candidato para las empresas que buscan oportunidades de nearshoring.
Además, el País es atractivo para atender el mercado estadounidense por sus costos laborales más bajos, ausencias de aranceles, transporte y tiempo de tránsito.
El transporte de mercancías es 50 por ciento más barato y 80 por ciento más rápido desde México a EU y Latinoamérica que desde Asia, expone.
Agrega que la dependencia de México de las importaciones de químicos es de casi 28 por ciento de la demanda total, esto es mayor a la que tienen otras economías orientadas a la manufactura como China y Japón.
Con una mayor inversión en infraestructura para la industria química en general, también sería posible que el subsector de petroquímicos crezca 3 mil millones a 5 mil millones de dólares si se atiende los mercados locales y se reduce la dependencia de las importaciones a alrededor de 10 por ciento.