Senadores estadounidenses mandaron una carta a la representante comercial de su país, Katherine Tai, para pedir el inicio de consultas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por la prohibición gradual del uso de grano de maíz genéticamente modificado en el País.
Al tiempo que sugirieron que en caso de que al final del periodo de consultas México no revierta la prohibición, se solicite un panel de solución de controversias.
«Le pedimos respetuosamente que solicite formalmente consultas sobre solución de controversias bajo el artículo 31.4 del T-MEC.
«Si al final del periodo de consultas, México no ha confirmado que revertirá la prohibición, el USTR deberá proceder a solicitar el establecimiento de un panel de solución de controversias«, se lee en la carta fechada el 14 de noviembre.
La carta la firmaron los senadores Joni K. Ernst y Charles E. Grassley.
En México se determinó que se revocarán y se abstendrán de otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado en la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, hasta sustituirlo totalmente en una fecha que no podrá ser posterior al 31 de enero de 2024.
Parte de la producción de este maíz tiene como destino México.
Por ejemplo, Iowa exporta 16 millones de toneladas de maíz a México cada año, por lo que alguna interrupción de este flujo comercial traería afectaciones económicas a los productores de ese estado, se destacó en la carta.
En general, el 92 por ciento del maíz producido en Estados Unidos es genéticamente modificado.
En un pronóstico de 10 años bajo las prohibiciones de México, se estima que podría causar una pérdida de 73 mil millones de dólares a la economía estadounidense.
Agregaron que las medidas del País provocarían un impacto negativo para el futuro de la innovación, ante los compromisos de incrementar la productividad agrícola y sustentabilidad.