Yuriria Sierra
“Temporada de Césares”
El siguiente es un ejercicio mental, vaya dando check a cada punto que le haga sentido, querido lector. Es el programa de 12 pasos escrito por el sociólogo estadunidense Larry Diamond y que cayó en mis manos por azar hace unos días. Al hacer check, estoy segura que, fácilmente le vendrán nombres y rostros de personajes, líderes en el mundo que parecen cumplir con cada una de éstas, que podríamos considerar casi reglas para identificar a un autócrata:
1) Demonizan a la oposición política como ilegítima y antipatriótica.
2) Menoscaban la independencia de tribunales.
3) Atacan la independencia de medios de comunicación.
4) Controlan transmisiones públicas.
5) Imponen control gubernamental de Internet.
6) Someten a integrantes de la sociedad civil.
7) Intimidan a la comunidad empresarial.
8) Enriquecen a una nueva clase de capitalistas, éstos de su círculo cercano.
9) Mantienen control partidista sobre el aparato de seguridad.
10) Manipulan distritos y amañan elecciones.
11) Obtienen control sobre autoridades electorales.
Diamond concluye que el decimosegundo paso es la repetición de los anteriores: “Profundizando el miedo de los ciudadanos a oponerse o criticar el nuevo orden político y silenciando toda forma de resistencia…”.
¿Le hizo sentido? ¿Cuántos check contó? ¿De qué personajes se acordó? Hace un par de días, Donald Trump repitió su discurso de 2016 para anunciar su intención de llegar a la Casa Blanca por segunda vez en 2024: señaló la llegada de migrantes como una de las causas de los “múltiples problemas” que enfrenta su base. Alimentó el ánimo polarizador, de odio, porque le funcionó en su primera campaña. En Nicaragua, Daniel Ortega no sólo encarceló a los candidatos de oposición en la elección que —oh, sorpresa— él ganó; también ha cerrado más de 50 medios de comunicación (televisión, radio, prensa escrita o portales). Nicolás Maduro también persiguió y metió a prisión a sus opositores y, bueno, sabemos la escuela de la que viene. Vladimir Putin se burló cuando Liz Truss fue elegida como primera ministra del Reino Unido tras la renuncia de Boris Johnson: “El pueblo de Gran Bretaña no participa, en este caso, en el cambio de gobierno. Las élites gobernantes allí tienen sus arreglos…”, afirmó. El presidente ruso que lleva al menos 18 años en el gobierno, calificó como poco democrático el proceso de elección británico. El año pasado, por cierto, Putin modificó la ley para garantizar al menos dos reelecciones más.
Y los anteriores como meros ejemplos que se suman a otros más evidentes. Afirma Diamond en un texto que publicó en The American Interest: “Los autócratas de esta temporada son dos cosas tan viejas como la política misma: el ansia de poder como fin en sí mismo y el instinto de demagogia como medio para adquirirlo y retenerlo. Lo primero los impulsa a destripar los controles cívicos e institucionales sobre su poder una vez en el cargo. El segundo los impulsa hacia el populismo como estrategia electoral y de gobierno. Por lo tanto, dibujan distinciones viscerales y polarizadoras, y siguen hundiendo la cuña cada vez más…”.
Y en la coyuntura nacional, ayer Andrés Manuel López Obrador llamó a la ciudadanía a generar una “avalancha de votos” en la próxima elección, no sólo se trata de mantener la Presidencia, también de tener el control total del Legislativo. Qué es eso de tener que dialogar para aprobar iniciativas.
ADDENDUM
Por cierto, hace un par de días, el consultor Carlos Ramírez, recordó en Twitter que Kirk Hawkins, en su libro Venezuela’s Chavismo and Populism, refiere que Hugo Chávez convocaba contra marchas como una estrategia para mantener polarizada a su base dura… ¿otro check?
¿Qué necesidad tiene? ¿El que ha sido uno de los más poderosos y también queridos presidentes de México? ¿Para qué estresar hasta niveles indeseados la tensión y polarización sociales? ¿Para qué? Es pregunta.