Gloria Jaramillo
Sin filas y con negocios semivacíos, arrancó este viernes 18 de diciembre el Buen Fin 2022, marcado por baja afluencia de compradores a pesar de la fuerte movilidad que se observó en las calles en este inicio de megapuente.
En este arranque de Buen Fin coincidió además un clima frío y con lluvia ligera, que redujo más la sensación térmica en Monclova. El frío –sin embargo- no impidió que muchos salieran a supermercados a surtirse de productos de la canasta básica.
Centros comerciales, donde otros años se observaba una gran cantidad de personas recorriendo pasillos y comprando principalmente electrónicos y electrodomésticos, esta vez lucieron con poca presencia de compradores.
Aun así, se observó que la mayor parte de las compras se centró en pantallas de televisor, y en menor proporción, en estufas, refrigeradores o lavadoras.
La zona centro de la ciudad lució igualmente vacía, a pesar de que los establecimientos permanecieron abiertos en espera de que compradores llegaran a aprovechar los descuentos que se hicieron en toda serie de artículos, desde ropa hasta celulares, juguetes y joyería.
Este año la población ha resentido de manera especial la imparable inflación que deteriora el poder adquisitivo de las familias, que están actuando con mayor cautela en cuanto a gastos o nuevos endeudamientos, luego de que se ha advertido la posibilidad de una recesión.
De acuerdo con estadísticas, la mayor parte de las compras en el Buen Fin se hacen con tarjetas de crédito, que significan deudas por hasta 2 años para los compradores.
El economista Marcelo Lara hizo el exhorto a no utilizar el crédito en cosas superfluas como ropa, calzado o un celular nuevo, y sí en satisfactores de primera necesidad, aprovechando pago a meses sin intereses.