Los fósiles tienen más de 120 millones de años y han sido encontrados en lo que actualmente es China.
Hace muchos, muchos millones de años (más de 120), una especie de dinosaurio dromeosáurido degustó, entre otras cosas, una rana que a día de hoy hemos descubierto en su estómago fosilizado.
Bautizado como Daurlong wangi, este dinosaurio que vivió en Mongolia Interior durante el Cretácico Inferior, hace entre 130 y 120 millones de años, era de tamaño mediano y se parecía mucho a las aves que, en aquel momento de la historia del planeta, se alimentaban de peces, mamíferos y otros dinosaurios.
Un dromeosáurido de 1,5 metros
Sus restos han sido encontrados en Jehol Biota, un ecosistema terrestre y de agua dulce del Cretácico Inferior preservado en una formación rocosa de varias capas en la provincia occidental de Liaoning, al noreste de China.
“La Jehol Biota del Cretácico Inferior del noreste de China ha proporcionado una rica diversidad de dromeosáuridos, la mayoría de los cuales hacen referencia a los microrraptores. Su abundancia, cuando no se debe a una división taxonómica excesiva, puede explicarse ecológicamente asumiendo la segregación de nichos y evitando la competencia directa por los recursos”, explica Xuri Wang del Instituto de Geología de la Academia China de Ciencias Geológicas en su trabajo publicado en la revista Scientific Reports.
Según el análisis de los paleontólogos de un esqueleto casi completo de la criatura, el ejemplar habría medido aproximadamente 1,5 metros.
“La reconstrucción del tracto gastrointestinal en especies extintas, incluidos los dinosaurios, podría inferirse, indirectamente, a partir de los restos del contenido intestinal; menos frecuentemente por el análisis de los contenidos de coprolito; y rara vez de restos excepcionalmente conservados de los tejidos blandos. El espécimen de Daurlong wangi muestra el primer caso de preservación intestinal en un linaje de terópodos muy cercano a la ascendencia de las aves”, concluyeron los investigadores.