Aunque parece que los deja limpios, en realidad lavar los trastes con esponja podría poner en riesgo tu salud
Muchos amamos cocinar y disfrutar después de los platillos, pero a lo que pocos les gusta es tener que lavar los trastes después y, desafortunadamente, lo peor es que lo hemos estado haciendo mal pues, las esponjas no solo no son higiénicas sino que podrían poner en peligro nuestra salud.
Un estudio de Nofima, un instituto noruego de investigación alimentaria, se dio a la tarea de comparar la diversidad de bacterias y la supervivencia de las mismas en los trastes y utensilios que se utilizan para lavar.
La investigación descubrió que las esponjas no son el método más seguro de lavado y vamos explicarte todo a continuación.
Los métodos más comunes para lavar los trastes no son los mejores
En prácticamente todo el mundo, incluyendo Noruega, en donde se llevó a cabo el estudio, las personas suelen lavar los trastes utilizando, básicamente cepillos y esponjas, pero ¿cuál es mejor?
De acuerdo con el estudio publicado en la revista académica Journal of Applied Microbiology, el número de bacterias fue extremadamente alto en esponjas y más bajo en cepillos.
Incluso, los investigadores descubrieron que no hubo una diferencia importante en el número de bacterias y la diversidad de estas entre esponjas convencionales y aquellas que se venden como antimicrobianas, esto después de 4 semanas de uso.
Cabe decir que, en la mayoría de los casos, las bacterias encontradas no representaron un riesgo mayor para la salud pues se trata de microorganismos que mueren con el pasar de las horas o no son portadores de enfermedades. Asimismo hay que aclarar que la variedad de virus varía por país.
Algo que destaca del análisis es que incluso quienes se dieron a la tarea de limpiar sus esponjas con cloro registraron una presencia de bacterias alto, incluso más que aquellos que no las desinfectaron. El nivel fue menor en aquellas que simplemente se dejan secar entre usos.
Salmonella, el mayor riesgo de usar esponjas
Los investigadores de Nofima advierten que sí hay un peligro en el uso de esponjas para lavar los trastes pues bacterias peligrosas como la de la Salmonella pueden sobrevivir y pasar a la piel o a otros utensilios de cocina.
Los niveles de Salmonella fueron más altos en las esponjas de quienes habitualmente las almacenaban en el fregadero. Por el lado contrario, el índice fue bajo en los hogares que las cambiaron en cuanto estaban gastadas o viejas.
En este punto hay que señalar que a pesar de que los cepillos mostraron mejores resultados, el análisis advierte que aquellos que son almacenados en condiciones húmedas tienen mayores probabilidades de mantener bacterias de Salmonella.
Y es que la razón por la cual los cepillos obtuvieron mejores resultados en términos de presencia de bacterias en comparación con las esponjas responde a la rápida tasa de secado de los cepillos, por lo que la recomendación es mantenerlos lejos de la humedad.
Con base en los resultados los investigadores recomiendan tener el hábito de cambiar la esponja cuando está desgastada y no guardarla en el fregadero para permitir que se seque entre usos.
Finalmente advirtieron que se necesita una investigación más amplia considerando los hábitos de las personas para llegar a conclusiones más determinantes.