La planta es esencial para diversos ecosistemas y su recuperación no corre al ritmo de la extracción.
Milenio. Las fiestas decembrinas están a la vuelta de la esquina y, con ellas, muchas tradiciones se harán presentes en los hogares mexicanos.
Una de las prácticas más esperadas es poner el nacimiento para la Navidad, donde el musgo ha formado parte durante generaciones, sin embargo, las autoridades han hecho un esfuerzo para conservar y proteger este tipo de plantas.
Los musgos son el segundo grupo más importante dentro de las plantas verdes y unos de los primeros organismos vegetales que ocuparon el ambiente terrestre. En México se reconocen 980 especies de musgos, de las cuales 106 especies son endémicas, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Son relevantes para el ecosistema porque “contribuyen a disminuir la erosión del suelo, la contaminación ambiental y ayudan a la germinación de las plantas, así como a la infiltración del agua”.
Además, brindan hogar y protección a un muchos animales pequeños. Son el medio de vida de muchos microorganismos y sirven para construir nidos para varias aves y pequeños mamíferos, agregó la dependencia.
“Los musgos integran microambientes con mucha humedad, ya que retienen el agua como esponjas y la liberan lentamente, por lo que muchos microorganismos y pequeños artrópodos dependen de ellas y, al actuar como esponjas son parte importante del ciclo del agua”.