El comportamiento se observa tanto en humanos como en animales. Los estudios indican que el reflejo es una adaptación evolutiva relacionada con la actividad cerebral.
Una persona bosteza una media de 5 a 10 veces al día. La señal, provocada por un reflejo involuntario, ocurre cuando tienes sueño, estás aburrido o ansioso, pero aún no está clara la importancia de bostezar para el organismo.
Un estudio del Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de Nueva York publicado en 2021 en la revista científica Communications Biology trató de comprender el efecto del bostezo en el cuerpo.
¿Por qué bostezamos?
Hasta entonces, se creía que uno de los propósitos del bostezo era despertar al individuo al inducir el estiramiento de los músculos y ayudar a que la sangre circule. Otra hipótesis es que el reflejo trabaja para oxigenar el organismo.
Sin embargo, el estudio norteamericano demostró que bostezar refresca el cerebro. A través de la inhalación simultánea de aire frío y el estiramiento de los músculos alrededor de las cavidades orales, el bostezo aumenta el flujo de sangre fría al cerebro y, por lo tanto, tiene una función termorreguladora.
Esta función, según la investigación, está ligada al nivel de atención del individuo. Esto se debe a que el cerebro funciona mejor a una temperatura ideal, por lo que si la temperatura cerebral aumenta demasiado por cualquier motivo, estamos menos alertas y atentos.
Los animales también bostezan
Además de los humanos, los expertos también han observado bostezos en otros vertebrados, como peces, ranas, serpientes, pájaros, delfines, gatos y monos.
Una investigación del Instituto Politécnico de Nueva York respalda la idea de que bostezar en los animales está relacionado con la actividad del cerebro. La hipótesis es que cuanto más activo es este órgano, más enfriamiento necesita.
En conclusión, los investigadores creen que, por lo tanto, la duración del bostezo entre especies aumenta con el tamaño y la cantidad de neuronas en el cerebro. Los mamíferos parecen bostezar más y durante más tiempo que las aves, por ejemplo.