Alexis Massieu
Tras el trágico accidente que le arrebató la vida a dos de los cinco integrantes de la familia Tovar Menchaca, y a otro de sus familiares de nombre Francisco, Roberto Leonel Tovar Gaytán, quien enviudó y perdió al más joven de sus hijos, no ha decidido aún si le dará el perdón a al presunto homicida Eduardo Contreras Leyva.
El día de ayer, mientras esperaba en la Fiscalía a que le fueran entregados los cuerpos de sus seres queridos, quien es una de las víctimas indirectas del fatal percance ocurrido en la Zona Centro el domingo por la noche, señaló que hasta ese momento no se había dado acercamiento alguno con la familia del supuesto responsable del choque.
Indicó que sería más tarde o el día de hoy por la mañana que probablemente se daría algún acercamiento con la familia de Eduardo Contreras Leyva para un posible acuerdo reparatorio, pero eso tendría que hablarlo primero con los dos hijos que le quedan.
De las autoridades señaló, que lo único que espera es que todo se haga conforme a derecho, apegado a la legalidad; “No sé si más al rato o mañana vamos a tener que venir con él (responsable) para llegar a un acuerdo, no sé, ya fuimos con el Ministerio Público y el abogado llega en una media hora más” señaló.
PRELUDIO DE UNA TRAGEDIA
Roberto Leonel Tovar Gaytán tuvo que trabajar el pasado domingo, pero antes de hacer el turno de noche como guardia, estuvo conviviendo en su casa de la colonia Margarito Silva, con su esposa Juanita Menchaca y un nieto.
Eran cerca de las cinco de la tarde con treinta minutos que se despidió de su esposa, solía darle un beso y ella le daba su “lonche”, horas más tarde llegaría su hijo Roberto Ángel.
“Yo me fui y ellos se quedaron como hasta a los ocho, estaba trabajando, ahí me avisaron como a las diez de la noche con cuarenta minutos, Iban de las Torres a la Margarito, venían de dejar a un nietecito”. Considerando afortunado que el niño ya no estuviera en el vehículo porque hubieran sido cuatro.
“Iban pasando por el banco, dicen que iba muy recio la troca”, su hijo señaló Roberto Leonel, manejaba el Pontiac de color azul; “es una pérdida lamentable… tengo otros dos hijos”, agregó.
LAS VÍCTIMAS
Juanita Menchaca Mendoza tenía 56 años de edad, era esposa y madre de tres, y trabajaba para una compañía de limpieza de Ciudad Frontera; ella tenía 36 años de casada con Roberto Leonel Tovar.
Roberto Ángel Tovar Menchaca tenía 22 años de edad y trabajaba en COMSA, era soltero y no tenía descendencia.
Francisco Tovar Vázquez, contaba con 32 años de edad, sus padres son originarios del ejido El Venado, era primo de Roberto Leonel Tovar, y tío de Roberto Ángel.