La Selección Mexicana se quedó a un gol de avanzar a los Octavos de Final de Qatar 2022, luego de derrotar 2-1 a Arabia Saudita.
Esa anotación que no llegó le hubiera dado la misma diferencia de goles sobre Polonia, que perdió 2-0 ante Argentina, pero habría tenido más tantos anotados, criterio que habría beneficiado al Tri.
Tanto mexicanos como polacos cosecharon 4 puntos, aunque la diferencia de goles benefició al cuadro europeo.
México necesitaba un gol más contra Arabia o que Argentina le metiera uno más a Polonia. Ninguno de los dos llegó.
Las lágrimas de niños en las gradas del Estadio Lusail y de César Montes en la cancha reflejaban el dolor que hoy sienten millones de mexicanos, ilusionados con el milagro y despertados a bofetadas en una eliminación en Fase de Grupos que ocurrió por última vez en 1978.
Porque durante 27 minutos el Tricolor estuvo a sólo un gol del milagro, ya que mientras vencía por diferencia de dos tantos a los saudíes (Henry Martín al 47′ y Luis Chávez al 52′) Argentina hacía lo mismo con Polonia. Era el momento en que lo único que los alejaba de la clasificación era otro tanto de la Albiceleste o uno más en Lusail, porque el criterio del Fair Play (puntos negativos por tarjetas) los estaba matando.
Ahora la cabeza le puede explotar a todos al recordar la falla de Henry Martín en un disparo de volea (arriba del travesaño) o el gol anulado a Uriel Antuna por fuera de lugar o hasta el penal que falló Lionel Messi en el juego simultáneo o los errores que se cometieron en los partidos anteriores y que hoy consuman el fracaso al interrumpir una racha de clasificaciones consecutivas a Octavos de Final desde 1994.
Porque México sí hizo historia en Qatar, pero de la negativa, porque toda la gallardía que hoy mostró lo abandonó, sobre todo, en el juego ante Argentina, o bien para liquidar a Polonia en el primer juego. El Tricolor venía en caída libre previo a esta Copa del Mundo y ahora no hizo más que consumar los peores, pero realistas, pronósticos.
El 30 de noviembre de 2022 pudo ser inolvidable por la gesta y en cambio lo será por el dolor.
No habrá festejos en el Ángel de la Independencia ni en todo Doha. Por primera vez, el «Tata» Gerardo Martino festejó cada gol como si se le fuera la vida, no sólo abrazándose con sus auxiliares, sino con un derroche de adrenalina como todos en la cancha, en banca, en gradas y en otras latitudes.
Pero la Selección Mexicana tiene una relación tóxica con el drama, por eso el portero saudí hizo una atajada de campeonato a un tiro raso de Hirving Lozano y después todos los mexicanos se enfocaron en las tarjetas porque ese era el único criterio que aún tenía debajo al Tricolor de Polonia, el Fair Play.
Y como el drama es asiduo invitado en la historia del equipo más amado del País, Salem Al Dawsari anotó al 90’+5′ y liquidó todos los sueños.
Mientras el «Tata» Martino emprenderá el regreso a su país, en México se superará el dolor y dentro de poco comenzará la cantaleta rumbo a 2026 y se renovará la ilusión del quinto partido porque esto es cíclico y la memoria corta impedirá que se revisen a fondo las estructuras que hoy consumaron el peor fracaso de la Selección Mexicana en 44 años.