Una correcta higiene del sueño permite a las personas despertar con energía al 100 por ciento para continuar con sus actividades diarias y evitar problemas de salud en un futuro.
El financiero. ¿Lo tuyo es desvelarte para ver series y películas? ¿Dejas de dormir literalmente días para trabajar y realizar demás actividades? Te tenemos malas noticias, ya que tus malos hábitos de sueño pueden cobrar una factura muy cara.
Víctor Manuel Rodríguez Molina, doctor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que si estás despierto más de 70 horas, puedes morir.
“Si una persona pasa más de 72 horas sin dormir, si hay privación total de sueño en ese lapso, podría estar en riesgo de muerte, porque todo el organismo se encuentra en un estrés supremo. Hay una descarga excesiva de sus sistemas adrenales, del cortisol. Y se va a alterar la función del corazón, del riñón, de los pulmones, lo cual puede provocar la muerte’’, dijo el especialista.
Y aunque muchas personas subestiman dormir, en realidad es vital para recuperarnos del cansancio y el estrés de la vida diaria.
Rodríguez Molina es especialista del cerebro y asegura que dormir tiene funciones vitales para el cuerpo de los seres humanos.
¿Por qué dormir es tan importante?
Se calcula que pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida, fundamentalmente durante la noche, porque somos sujetos diurnos.
El experto de la UNAM detalla varias razones por las que las personas deben dormir, ya que en este periodo de tiempo se llevan a cabo procesos importantes dentro de nuestro organismo, como la limpieza de oxidantes.
¿Qué es la limpieza de oxidantes?
Rodríguez Molina, académico del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica ese proceso de limpieza nocturna del cerebro, que es como darle mantenimiento a un edificio durante la noche.
En el día el cuerpo es vulnerable a una serie de daños (deshidratación, caídas, infecciones, algún proceso inflamatorio, malestar por la comida, etcétera) que, sin enfermarlo, lo deterioran. Durante el sueño, “las células se encargan de reparar todas las partes dañadas”.
Además, las sustancias tóxicas que el metabolismo del cuerpo produce en el día deben ser eliminadas en la noche porque causan daño celular.
Esas sustancias se conocen como oxidantes u oxidativas y son recogidas y enviadas a la sangre para su eliminación por el líquido cefalorraquídeo, que circula en todo nuestro sistema nervioso central (cerebro, médula y ventrículos).
“Si el cerebro no reduce este proceso de oxidación, ésta podría generar algún daño o complicar alguna enfermedad”, dice Rodríguez Molina.
¿Qué pasa cuando no dormimos y no se eliminan los oxidantes?
Es sólo de película que un sujeto no duerma en absoluto nada. Nuestro sistema va a tratar de forzarnos para dormir; aunque sea cabeceado, algunos minutos, “ayudan en algo”.
Sin embargo, basta con no dormir adecuadamente (por ejemplo, los médicos en servicio no duermen 24 o 48 horas seguidas) para alterar el funcionamiento de nuestro cerebro. Estos son los efectos:
- Lo primero que se afecta es la atención. Si realizamos una tarea delicada, con sueño y sin poner suficiente atención, puede ser peligroso.
- Empezamos a tener alteraciones de la memoria a corto plazo, como olvidar lo que uno estaba haciendo de un momento a otro.
- Vamos a tener alteraciones psicomotrices: nos volvemos torpes y se nos caen las cosas.
- Se comienza a presentar una gran irritabilidad o labilidad emocional. de epilepsia, ayuda a no tener convulsiones) y hace que los medicamentos sean más efectivos.
¿Qué es una buena higiene del sueño?
Tener un sueño reparador, es decir: cuando al despertar nos sentimos descansados, sin sueño, con energía física y mental, con buen ánimo para realizar las actividades del día, todo eso son signos de un sueño reparador.
En cambio, cuando padecemos insomnio o no dormimos las suficientes horas, el sueño no es reparador. Nos despertamos cansados, malhumorados y no tenemos energía para trabajar.
Para que sea reparador, Rodríguez Molina recomienda las siguientes medidas de higiene del sueño:
- No comer o tener una cena abundante a menos de cuatro horas antes de dormir.
- No debemos consumir alcohol, tabaco o refresco de cola unas horas antes de dormir.
- Tampoco hacer ejercicio físico muy intenso a menos de cuatro horas antes de dormir.
- No estar expuestos a las pantallas del celular, la tablet, la computadora o la televisión a menos de 20 minutos antes de dormir.