Oscar Ballesteros
A la par de los festejos decembrinos, se vive el tiempo de Adviento que se caracteriza por la esperanza y sobriedad, elementos que deben sobresalir en estas fechas previas a Navidad, que tiene como celebración principal la venida de Jesús.
Litúrgicamente, esta temporada celebra la triple venida de Jesús; este festejo tiene como símbolo la corona de adviento, que de acuerdo con sus elementos, desde el color verde, muestra la esperanza y su forma circular la infinidad que representa Dios en los feligreses.
El vicario Jorge Salvador Guzmán, comentó el segundo valor de esta temporada es lo más importante durante estos días, pues se trata de la sobriedad, que se ve contrastada con la derrama económica que se produce en estas fechas.
“Es un hecho que mercadológicamente estas fechas existen abundancia de ofertas porque también en ciertos sectores hay un mayor poder adquisitivo, y se manifiesta un consumo más grande e importante del año, lo más bello no se compra sino eso ya se nos ha dado en la persona de Jesús, ese es el regalo más grande que se nos ha dado”, señaló el vicario.
El sentido de las festividades decembrinas se trata de mantener la felicidad únicamente con la presencia de Jesús quien hace su aparición en Navidad, por lo que son fechas de renovar la esperanza y la fe de manera sencilla, agradecer las dichas familiares y no tratar como o más importante lo material.