SALTILLO, COAHUILA. – Este 16 de diciembre inició formalmente para la religión católica la temporada de posadas previo a la celebración de la Navidad, bajo este contexto el obispo de Saltillo, monseñor Hilario González expresó que estas actividades de convivencia pueden reconstruir el tejido social, asimismo invitó a la comunidad a que no se pierda el sentido religioso y el significado real de las posadas.
«A veces los excesos los desórdenes en esta comida o bebida lleva a situaciones difíciles en algunas partes que no ocurra esto si no lo contrario, que la convivencia sea para la paz la armonía. Yo creo que las cosas voy a hacer un buen signo en estos tiempos actuales que el tejido social está desquebrajado nos pueden ayudar a recomponer el tejido social de un barrio o ahora que hay colonias cerradas, los vecinos de esa colonia pues también que se junten verdad para hacer si son católicos hacer su posada con este sentido religioso y los ayude a unirse», comentó.
Aunado a lo anterior, González García explicó que a partir de este día se celebran nueve posadas que asemejan la peregrinación de José y María rumbo a Belén, cuyo objetivo es reflexionar sobre el nacimiento de Jesús.
«La piñata tradicional mexicana surge en este contexto tiene todo un simbolismo, la original era de barro con dulces al interior, adornada de colores con siete picos que representan los siete pecados, la banda sobre los ojos significa la fe que lucha contra las tentaciones y que tiene como premio la gracia de Dios», puntualizó.
Finalmente, el obispo de la Diócesis de Saltillo, reconoció que esta festividad decembrina ha ido diluyéndose, pese a que se mantiene el nombre, el contenido de la convivencia no obedece a la tradición católica.