SALTILLO, COAHUILA. – Para Rafael Palomo Tamez es ya una rutina diaria la restauración y reparación de imágenes del Niño Dios, expresa que es un trabajo que requiere muchas técnicas y saber combinar los colores para dar un toque original y apropiado a la imagen.
Afirma que este trabajo lo hace con pasión y dedicación, ya que lo aprendió entre la familia, pues todos son restauradores.
El primer paso es reparar y luego restaurar, una tarea que Rafael elabora con dedicación, en su pequeño taller, ubicado en la planta alta del Mercado Juárez.
“Cuando las imágenes presentan mucho daño es necesario trabajar con calma y paciencia porque el material de yeso debe tener cierta espesura para que se adhiera a las piezas que se desean unir”, explicó.
En su trabajo utiliza brochas de distintos grosores, las más finas son para retocar pequeños detalles. Dijo que por lo general, los daños más comunes que presentan las figuras son desperfectos en la pintura, caída de los dedos de pies, manos, brazos y piernas o desprendimiento de cabeza.
En el taller ha logrado restaurar diversas figuras de Niño Dios, de todas tonalidades y tamaños. Asegura que los más complicados son los más pequeños.
MÁS TRABAJO
El entrevistado platicó que tiene la oportunidad de ejercer su pasión todos los días, pero el trabajo le aumenta significativamente en los días previos a Navidad.
Para el proceso de pintura utiliza técnicas con herramientas especiales, pero antes se procede a la combinación de los colores, y compartió que una de las tareas de más cuidado es darle a los ojos un efecto natural, sean cafés, verdes o azules.
Rafael asegura que el manejo de cada Niño Dios y otras figuras religiosas tiene igual importancia, y asegura que después de cada trabajo tiene la satisfacción de ser como el médico, que sana para dar vida.
Su padre Rafael Palomo es también restaurador y fue quien le enseñó las habilidades desde pequeño.
Menciona sentirse satisfecho porque tiene en sus manos el cuidado de las figuras que para los clientes tienen un alto significado, familiar y religioso.
El tiempo de reparación depende del tamaño y daño que tengan, afirma que hay unas de madera y de barro muy antiguas, y que el reto cada día es darles la calidad estética que piden los clientes. (Con información de EL DIARIO)