Por Wendy Riojas
Todo parece indicar que la tradición de usar calzones rojos o amarillos para atraer el amor o la fortuna ha ido desapareciendo en la Ciudad ya que pocos comercios de la Zona Centro exhiben la mercancía.
En años anteriores era común que luego de la celebración de Navidad, los aparadores de la Zona Centro se llenaban de ropa interior de color roja, amarilla, verde o azul para recibir el año Nuevo en familia.
Según la tradición el blanco representa la pureza, la paz, la calma, la armonía y el equilibrio, el verde está asociado al bienestar, la salud, el crecimiento y la naturaleza, el rojo es por excelencia el color del amor y la pasión.
El rosa es el símbolo de la feminidad, la ternura, el romance y la sensualidad, el amarillo éxito, dinero y fortuna, el naranja significa energía, poder, vitalidad y fuerza, el morado la espiritualidad y la prosperidad, entre otros.
Sin embargo, ahora son pocos comercios que exhiben la ropa interior de color roja o amarilla y las tiendas departamentales les habilitan un pequeño espacio a pesar de que faltan 2 o 3 días para finalizar el año.
La tradición dice que el sostén y los calzoncillos aseguran buena suerte para el próximo año y la costumbre tiene orígenes muy antiguos que se remontan a la antigua China y al Imperio Romano.
Sin embargo, las nuevas generaciones no parecen aplicarla mucho, ya que, muy pocos comercios de la Ciudad han iniciado las ventas de ropa interior de color a escasos días de despedir el año 2022 e iniciar el 2023 con el pie derecho.