Por Yuriria Sierra
Rumbo a la X Cumbre
Es el segundo encuentro desde que se retomó esta agenda, la de reunir a los tres mandatarios de los países de América del Norte en un ejercicio necesario cuando se evidencian los lazos que unen a México, Estados Unidos y Canadá.
Recordemos que, previo a la ocurrida en 2021, en Washington DC, se suspendió porque a Donald Trump no le interesó mantener la relación trilateral en óptimas condiciones. Y grave error, porque política, económica y socialmente los cruces en estas naciones son inevitables. Han sido tiempos convulsos en lo colectivo, así lo expresaron los tres líderes en aquel encuentro, cuando recordaron lo duro que era (es) enfrentar los efectos de la pandemia desde varios frentes, pero también en lo individual.
La próxima semana, Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau compartirán agenda. Tres reuniones a la vista por cada mandatario y los temas se han adelantado bajo promesa de que hoy, en Palacio Nacional, tendremos más detalles: diversidad, equidad e inclusión; cambio climático y ambiente; migración y desarrollo; competitividad, salud y seguridad. Y cada país tendrá mucho qué decir sobre cada tópico, también mucho qué cuestionar a los otros al respecto, pero la finalidad de una cumbre como ésta es encontrar los puntos en común para así no sólo ayudarse, sino también para construir puentes por los que puedan transitar juntos.
En 2021, recordemos, la pandemia y sus aristas: vacunas y abastecimiento, fueron de los temas principales. EU hizo lo suyo con la donación de dosis prometidas, a México llegaron más de 13 millones de inmunizaciones. Nuestro país, subrayemos, fue uno de los primeros en asegurar el fármaco cuando el mundo apenas terminaba de entender el momento que vivía.
Lo hemos dicho en este espacio, se ha reconocido desde varios escenarios: el trabajo de la Secretaría de Relaciones Exteriores fue vital para que siete de cada diez mexicanos hayan completado su esquema de vacunación. Sin la labor de Marcelo Ebrard y su equipo no se habría garantizado con prontitud nuestro acceso a las vacunas.
Catorce meses después de aquella primera Cumbre desde 2016, el cruce de migrantes parece asomar otra crisis, pero ayer mismo el gobierno estadunidense anunció que Joe Biden podría visitar la frontera previo a su llegada a la CDMX, una señal de su intención de resolver este tema vital en la dinámica política y social de esta región del continente.
Los migrantes representan millones en mano de obra activa en territorio estadunidense y Canadá, y otros miles de millones de pesos más en remesas que entran a México: “En términos de movilidad laboral, por la demanda de mano de obra que hay en Estados Unidos y en Canadá, y también parcialmente en México y, por otro lado, pues que también tiene esta integración que extenderse hacia el resto de las Américas para aprovechar todas las complementariedades que hay en la región…”, afirmó Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Cancillería, en entrevista concedida a La Razón, al referirse a que esta cumbre tendrá las pilas puestas para hablar de movilidad laboral como una estrategia para potencializar estos territorios.
La reunión de la próxima semana será, más que decisiva, importante para el fortalecimiento de los lazos entre México, Estados Unidos y Canadá. Más allá de la polémica por el aeropuerto en el que aterrizarán los mandatarios invitados, está el arduo trabajo de la Cancillería, desde su titular, Marcelo Ebrard, al jefe de la Unidad para América del Norte y una comitiva que está hoy trabajando a marchas forzadas para asegurar que a partir de esta Cumbre se vigorice el papel de México en materia de política exterior.