Oscar Ballesteros
Series asiáticas llamadas K-Dramas por su contenido generalmente triste y ligado al suicidio logra identificar al público joven que las consume, lo cual puede significar una motivación para orillarlos a tomar esta decisión, comentó el psicólogo Aarón Hernández.
La tecnología actualmente ha superado las relaciones entre padres e hijos, por lo que el contenido que puede ser consumido por los jóvenes ya no tiene una regulación. Son series orientales, principalmente coreanas, las que ofrecen una realidad melancólica e historias en donde los protagonistas pueden quitarse la vida.
Dicho material, en una generación aún sin madurez comentó el psicólogo Hernández puede generar la identificación con alguno de los personajes y retroalimentar las ideas que por sí mismos puedan generar en una etapa muy compleja como la juventud.
Esto se sufre, dijo debido al desenfoque que han sufrido los padres con respecto a los hijos, pues dejan a su disposición dispositivos como celulares o tablets y no cuestionan cuál es el contenido que están consumiendo, el cual puede ser un riesgo para ellos.