Por Wendy Riojas
“Quien promueve la pobreza, el narcotráfico, la migración forzada y las guerras no alcanzarán la bienaventuranza de Dios”, señaló Eduardo Neri, párroco de la iglesia Santiago Apóstol, durante la homilía del domingo.
En la misa de las 11 de la mañana, el párroco, mencionó que son fenómenos y problemas a nivel mundial que se oponen al reino de los cielos y que, quien los inspira o promueve por pensamiento, ideología o conducta no alcanzarán la bienaventuranza de Dios.
Y reiteró que quien los promueva no participarán en el reino eterno de Dios, por lo que debemos pedir que nos conceda la oportunidad de movernos al lado de la verdad, la justicia, el amor, la bondad, la fidelidad y el compartir.
Y añadió: Si asumo los valores que van en contra del proyecto de Jesús, la mentira, la infidelidad, el egoísmo, la avaricia, la indiferencia, la ambición, deben tener conciencia que no participarán en el reino eterno”.
El presbítero mencionó que en el plan original de Dios, todos los seres humanos fuimos creados para ser felices, sin embargo, el hombre trastocó el plan por su soberbia y a pesar de ello Dios nunca abandonó a sus hijos.
Incluso, durante la homilía, el párroco mencionó que los que hoy sufren, lloran, tienen hambre, son pobres o son perseguidos serán aquellos que en su momento Dios estará a su lado y les hará justicia.
Y que aquellos que hayan acumulado bienes, o bien, se han hecho aliados de los placeres de la vida, el poder, la fama o la riqueza se quedarán sin nada y Jesús les dirá: ¡Ay de ustedes!, porque no alcanzarán la vida eterna.
Y declaró: “Es la lógica del reino, Dios no podía venir y dejar pasar por alto está desigualdad, la división, donde el hombre enraizaba en su corazón egoísmo, ambición y soberbia y se apartaba de él y de sus prójimos”.
En el mensaje aclaró que Dios ama profundamente a los ricos, poderosos, ambiciosos, egoístas, soberbios, injustos u opresores, sin embargo, desea su conversión, que vuelvan al camino y que con su caridad restauren el orden social del mundo.
Y declaró: “Bienaventurados lo que quieren vivir y se esforzarán por vivir en la verdad, la justicia, el bien, el amor, la solidaridad, la humildad, porque de ustedes será el reino de los cielos y alcanzarán la plenitud de la vida”.