Por Yuriria Sierra
#FuerzaMéxico
#FuerzaMéxico es el sonido de nuestra voz, pero también es el silencio, ése que hacen los rescatistas cada que necesitan confirmar que hay personas bajo los escombros o en una zona de desastre.
#FuerzaMéxico, una frase que utilizamos en el mundo digital para darnos esperanza. La hemos usado en momentos de mucha dificultad, porque entre la tristeza, encontramos siempre la forma de transmitirnos confianza en el futuro. Recuerdo, cuando ocurrió el colapso de la Línea 12 del Metro, fueron ciudadanos que iban camino a casa o estaban cerca de ella quienes de inmediato comenzaron las labores de rescate. ¿Recuerda aquella imagen de un joven enfermero auxiliando a uno de los heridos? Aún cargaba su mochila al hombro, iba de vuelta a su hogar después de su jornada de trabajo. Como él, muchos mexicanos y mexicanas.
El sismo de 2017 nos dio postales similares: la ferretería de la colonia Condesa que donó su inventario para las labores de rescate, los restaurantes de varias zonas de la capital que alimentaron gratuitamente a quienes trabajaron largas horas en la búsqueda de sobrevivientes bajo los escombros, los ciudadanos que levantaron la mano para ayudar en los centros de acopio, quienes limpiaron zonas de desastre, los que abrieron su WiFi para que aquellos que, desde redes, organizaban las rutas de ayuda.
Eso somos. #FuerzaMéxico no sólo es una frase de aliento, es también una poderosa cualidad que expone el poder que tenemos en nuestras manos. Esta idea pone en evidencia el aprendizaje que nos han dejado momento dolorosísimos y cómo los hemos transformado en materia de exportación.
Qué imagen tan conmovedora la que compartió ayer el canciller Marcelo Ebrard: el primer rescate de una mujer sobreviviente del sismo en Turquía a manos de la brigada mexicana. En un país que habla otro idioma, a miles de kilómetros del nuestro y bajo condiciones climáticas muy distintas a nuestra región, ahí estuvo presente esa #FuerzaMéxico que le da abrigo y esperanza al pueblo turco. Éste es un poder que nadie, ningún líder puede adjudicarse. No sólo son los integrantes de las Fuerzas Armadas, también los miembros de los Topos, que han sido un brazo que se levanta siempre desde que nos sorprendió un sismo hace casi 40 años.
#FuerzaMéxico es el sonido de nuestra voz, pero también es el silencio, ése que hacen los rescatistas cada que necesitan confirmar que hay personas bajo los escombros o en una zona de desastre.
No lo olvidemos. Esa fuerza nadie se la puede adjudicar. La hemos convertido en cualidad reconocida en el mundo. Aparece siempre que necesitamos recordar, entre mucho dolor, que somos un mismo pueblo, que no dudamos en tendernos la mano, que nos escuchamos, que compartimos una misma esperanza, que nos damos aliento.
#FuerzaMéxico debe ser más que el ánimo que nos damos en momentos de desesperanza, como cuando nos sorprende un sismo, llega un fenómeno meteorológico, una pandemia o cuando el cotidiano nos recuerda que la violencia no cesa.
#FuerzaMéxico debe ser también ese constante recordatorio de que somos un país que va mucho más allá de una sola voz.