Por Vianey Esquinca
El cristal con que se mira
El presidente Andrés Manuel López Obrador se enorgullece en señalar que no son iguales a los gobiernos pasados. Tiene razón, a pesar de que parece que este gobierno tiene los mismos defectos y las mismas prácticas que los otros, la verdad es que todo depende del cristal con que se mira.
Antes, el uso de recursos y transporte para llevar personas a manifestaciones o marchas se llamaba acarreo, hoy cuando la 4T recurre a eso se llama facilitación de medios para que el pueblo de toda la República pueda llegar a, por ejemplo, el Zócalo a escuchar las palabras de su líder espiritual, material y musical López Obrador. Cuando les están pasando lista no es para asegurarse que los líderes hayan cumplido con su cuota, sino para que lleven control y nadie se les vaya a perder o quedarse.
Si les dan dinero o su box lunch no es que estén comprando su asistencia, sino regresándoles algo de lo que los gobiernos espurios y tecnócratas les quitaron. Por supuesto, si alguien les pregunta a los asistentes y no saben a qué fueron, es porque no importa el motivo por el que van, sino su compromiso y lealtad con la causa.
En otros sexenios si se revelaban videos de alguien recibiendo dinero en efectivo era el fin de esa persona, el escarnio público era demoledor y siempre terminaban en la cárcel. Con la 4T no se trata de corrupción, sino nuevas y creativas formas de apoyar al pueblo.
Incluso, se les debería considerar los nuevos héroes del país: “(Leona Vicario) también dio dinero y no la grabaron. Me gustaría ver el video de cuando Leona Vicario daba dinero para que todos pudieran comer en los campamentos y lucháramos por la Independencia”, señaló Beatriz Gutiérrez Müller cuando se filtraron los videos de Pío López Obrador recibiendo dinero de manos de David León.
En la semana, Televisa difundió videos de Raúl Pozos Lanz, actual secretario de Educación de Campeche, la senadora Rocío Abreu Artiñano y Armando Toledo Jamit, jefe de la oficina de la gobernadora Layda Sansores recibiendo dinero en efectivo en las oficinas del gobierno de Campeche, aparentemente en junio de 2021.
¿Qué sucedió? Nada, el hecho fue minimizado porque es una forma de “procurar apoyos para la gente”, lo cual, a decir de Pozos es totalmente genuino. Toledo, por su parte, señaló que “el que entregó los videos mintió sobre las fechas, porque ese video es de cuando yo era secretario de Desarrollo Rural en el gobierno de Alejandro Moreno, de 2015 a 2018 y que eran para “apoyos rurales”. Además, todo es parte de una descarnada guerra sucia de los enemigos políticos que no quieren ver que la transformación avance y seguramente por eso les ponen un cuatro, obligándolos a recibir ese dinero.
Es decir, aquéllos que pensaron mal deberían sentirse culpables, porque lo que realmente hay es bondad y solidaridad en los corazones de los ahora morenistas.
Si en la época priista una iniciativa era aprobada por la mayoría, era considerada la más despreciable aplanadora, los diputados y senadores eran unos levanta dedos sin la más mínima capacidad de pensar y razonar. Hoy, por supuesto, es distinto, cuando los morenistas aprueban sin cambiarle una coma a las iniciativas que envía el Ejecutivo y/o que son promovidas por Palacio Nacional es muestra de nacionalismo, un compromiso con la gente que los eligió para que los representaran; si ni siquiera saben lo que están aprobando no es por ignorancia o abyección, sino por lealtad con los más humanos valores.
Por eso Morena sí es distinto a los otros gobiernos: el cinismo es más desvergonzado y descarado que antes. Mientras no caigan de la gracia del inquilino de Palacio Nacional, tienen carta abierta para pecar.