POR FRANCISCO TOBIAS
Definitivamente nuestra producción se encuentra intimamente ligada al consumo y a la producción de los Estados Unidos, país que es nuestro mayor y mejor socio comercial, de hecho durante el año 2022, el comercio entre ambos países fue de 779 mil 308 millones de doláres, cifra histórica que representa un 17% más de lo comercializado en el 2021.
En esta relación comercial ambas economicas venden y compran, la aclaración la doy debido a que siempre pensamos, cuando hablamos del comercio entre los dos países que México sólo vende pero, no es así ya que importamos, principalmente, de nuestro vecino de norte, autopartes, vehículos, instrumentos médicos, gas y gasolina, así como circuitos. Por su parte Estados Unidos nos compra principamente, es decir ellos importan nosotros exportamos, vehículos, tanto de uso cotidiano como industrial.
Al comparar el crecimiento comercial entre ambos paises, en los 10 años más recientes (2012 – 2022) el comercio se ha logrado incrementar en 57%, teniendo el mayor crecimiento del 2021 al 2022. Estas compraventas, que al final del dia son eso, generan ciertos beneficios a los mexicanos y a nuestra economía, siempre y cuando nuestras ventas sean mayores que las compras que les realizamos a los norteamericanos.
Cuando se exporta más de los que se importa, es decir cuando vendemos más de lo que compramos, se dice que hay un superavit de la balanza comercial, situación en la cual se logra atraer inversiones, tanto nacionales como extranjeras, se generan empleos y también ayuda a la estabilidad del peso mexicano frente al dólar norteamericano, ya que al realizar una venta en el mercado internacional, el pago se realiza, generalmente, en dólares norteamericanos, ingresando estos a nuestra economía, ocasionando un incremento en la oferta de dólares, ayudando a mantener el valor del peso y en algunos casos, junto a otros factores, logra aumentar el valor de nuestra moneda.
Cuando las compras son mayores a las ventas, es decir cuando importamos más de lo que exportamos nos encontramos en una situación de déficit de nuestra balanza comercial, la cual obliga al gobierno e iniciativa privada a contratar deuda, además de provocar una pérdida en el valor de la moneda local, el peso para nuestro caso, ocasionando perdida en la competitividad, en la inversión, en los empleos y generando pobreza.
Hoy en nuestro país tenemos mano de obra de calidad, paz laboral en la mayor parte de nuestro territorio y se han aplicado desde hace muchos años, desde la década de los 90´s, políticas ecónomicas, de infraestructura, sociales y educativas orientadas para generar un superavit comercial.
Con seguridad estamos en un momento y en una situación, ante el sistema ecónomico, muy benigno, donde la guerra entre Rusia y Ucrania, las diferencias geopoliticas – económicas entre China y Estado Unidos, el T – MEC y la nueva tendencia del “searshoring”, generarán desarrollo para los mexicanos, siempre y cuando no perdamos de vista que se necesita del empresariado, de ceretza jurídica y continuidad en las políticas económicas que han generado beneficios económicos a la población.