Oscar Ballesteros
En su segunda visita al Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer, María “N” quien denunció haber sido víctima de acoso e intento de secuestro por parte de un conductor de taxímetro, recibió atención psicológica en el lugar, sin embargo, a su hija Ivon “N” le cuestionaron acerca de la versión que relató su madre, pues “podría tratarse de una mentira”.
El evento que sucedió el pasado sábado cuando María “N” solicitó un viaje desde la colonia Estancias a El Álamo en un taxímetro, ella abordó la unidad número 43 de la línea Premier conducido por Hilario “C”; a quien acusa de lanzarle besos y muecas a través del retrovisor, para posteriormente dirigirse a un sitio oscuro y despoblado.
Durante el primer acercamiento que tuvieron con el Centro de Empoderamiento, su hija señaló que demoraron en la atención debido a que “no había delito qué perseguir”. El día de ayer acudieron por segunda ocasión y el proceso siguió siendo infructífero.
“Me dicen que no es acoso porque no la manoseó o no le dijo palabras obscenas (…) les digo que el chofer le dijo que la llevaría a un lugar solo y oscuro a lo que me respondieron ‘eso no dijo su mamá’ y ella decía que sí”, señaló Ivon “N”.
Posteriormente le hicieron la petición de los datos del supuesto responsable y al dárselos mencionó que, sólo les dijeron seguirían haciendo las investigaciones pertinentes en el lugar de los hechos y la ruta que recorrieron debido a la falta de pruebas para poder hacer una acusación.
Finamente, la hija fue cuestionada por parte del personal acerca de la posibilidad de que su madre estuviera mintiendo acerca de esta situación, al ella negar esa posibilidad, dijeron que la citarían para recrear la escena de lo ocurrido.