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Internas del anexo femenil, fueron advertidas y sentenciadas de guardar silencio, previo a la visita que recibieron por parte de LA PRENSA DE COAHUILA el pasado miércoles.
Desde las tres de la mañana las mujeres anexadas en el Centro de Rehabilitación Femenil, Fe, Esperanza y Amor, recibieron la instrucción por parte del pastor Valentín Bustos, para que se levantaran, asearan e iniciaran su rutina diaria.
“Llegó el pastor a las 3 de la mañana, nos dijo que tendríamos la visita de los medios de comunicación y que ya sabíamos que decir si algo nos preguntaban, que él tenía que salir, pero regresaría al mediodía”, así lo dio a conocer una de las ex internas quien recientemente abandonó el anexo.
Detalló que, ellas desconocían lo que ocurría y que jamás imaginaron que alguien tuviera tanta valentía para exhibir todas las atrocidades que ahí pasaban, ya que siempre vivieron amenazas hasta el último día que permanecieron en el lugar.
Manifestaron que, durante el arribo de este medio de comunicación a las instalaciones del Templo Evangélico y Centro de Rehabilitación, ellas se encontraban haciendo adoración a Dios, rutina la cual es única de su agrado y digna dentro del anexo.
“Si nos dijeron que, si ustedes los reporteros entraban o alguien más ajeno, que nos mantuviéramos calladas y si algo preguntaban, dijéramos que el trato era bueno, por eso solo sacaron a esas tres que ustedes entrevistaron”.