Oscar Ballesteros
En México aún existen muchas carencias en el sistema de prevención de suicidio y atención de los sobrevivientes de la víctima, señaló Mayra Guadalupe Borja García, presidenta de la Asociación Mexicana de Terapia y Tanatología. La estigmatización de este tipo de muertes genera daño en las personas cercanas que podrían necesitar internamiento y medicación.
Mayra Borja señaló que, en Estados Unidos existe un protocolo de acción que puede llegar a ser un internamiento hasta de 3 semanas y bajo medicación para familiares y amigos de una víctima. En cambio, en México no se ha logrado establecer esa comunicación entre dependencias para valorar al cerco de afectados.
El suicidio socialmente es muy estigmatizado por la sociedad en el país, lo que genera que las personas que sufren por la pérdida se cierren a expresar realmente su sentir debido a que temen ser juzgados por el hecho “hay que entender que el suicidio es una muerte más, no estigmatizada, porque la sociedad le pone muchas etiquetas, hay que evitarlo porque da mucho dolor, no pueden contarlo porque los juzgan”, indicó la presidenta.
Otro de los puntos de esta estigmatización es que todo lo referente a estos casos se relaciona con los trastornos psicológicos, cosa que puede desembocar en la culpabilidad extrema de un ser cercano y actúe de manera desmedida en su contra pensando en que tiene alguna responsabilidad.
Por último, la atención a estas personas debe normalizarme de tal manera que se rompa la idea de que sólo alguien que sufrió el mismo percance es quien pueda entenderlos, para que haya una manera de que instituciones puedan realizar un proceso para su ayuda.