Las conclusiones obtenidas a partir de los fósiles del aparato fonador de un anquilosaurio apuntan a esta relación con las aves.
MuyInteresante. El anquilosaurio estaba dotado de una poderosa armadura y una cola provista de dos huesos que usaba como un mazo. Este gran dinosaurio herbívoro usaba lo anterior para defenderse o para pelear contra sus semejantes. Sin duda, debió tener un aspecto amenazador que contrastaba con un reciente hallazgo: al parecer, el anquilosaurio podía cantar como un loro actual. Esto es lo que sabemos al respecto.
Esta afirmación es parte del contenido de un estudio publicado recientemente en Nature Communications Biology. Las conclusiones obtenidas a partir de los fósiles de los aparatos fonadores de este dinosaurio apuntan a esta relación con las aves.
Los investigadores que redactaron este estudio proceden del Museo Universitario de Hokkaido, en Japón, y del Museo de Historia Natural de Nueva York. El objeto de estudio fue una laringe fosilizada de anquilosaurio que vivió hace 72-84 millones de años. Es, por lo tanto, la laringe más antigua registrada de un dinosaurio de este tipo.
Una parte similar a las aves
Cuando los expertos comenzaron a examinar la pieza se dieron cuenta que era muy similar a una parte de las aves llamada siringe. Ésta se encuentra en la base de la tráquea y su función es ayudar a emitir sonidos a través de las vibraciones del propio órgano. Es así como las aves emiten ese característico canto. También es la misma zona que permite a los loros imitar la voz humana.
La laringe del anquilosaurio que el grupo de investigadores examinó parece estar dotada de la capacidad de emitir sonidos como los de los pájaros. Aunque todavía no dan con la respuesta acerca de para qué servía el canto del anquilosaurio, los autores del estudio no creen que difiriera demasiado de las llamadas de otros dinosaurios.
Esto significa que posiblemente lo empleaban para el cortejo entre machos y hembras, para las llamadas a los hijos, para marcar territorio y también para defenderse de los depredadores.
Algunas de las características más notorias de los anquilosaurios es que podían crecer hasta ocho metros de longitud corporal. Su cuerpo estaba repleto de placas óseas y púas.
También destaca que parecían preferir una vida solitaria debido a su inferior sentido del oído, según concluyeron científicos de las universidades de Greifswald y Viena cuando examinaron la caja craneal de uno de estos dinosaurios.
El anquilosaurio tenía un pico y dientes pequeños que le ayudaban a consumir grandes cantidades de plantas para sustentar su cuerpo, el cual podía pesar entre tres y cuatro toneladas. El ankylosaurus magniventris era el más grande y pesado de las diversas especies de anquilosaurio.