Alexis Massieu
De 500 jueces que hay en la actualidad dentro del Poder Judicial del Estado, la mitad de ellos son mujeres, y una de quienes mejor representa al gremio de los profesionistas del derecho, es la Jueza Mónica Rodríguez Alvarado, quien ha dedicado 30 años al servicio público compaginando su trabajo con su rol de esposa y madre de dos jóvenes.
Con motivo del día internacional de la mujer, la Prensa de Coahuila, visitó el Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia Civil, del que la Licenciada Mónica forma parte desde 1994, para compartir un poco de su historia de vida, y dar cuenta de la importancia que tienen las mujeres en todos los aspectos de nuestra sociedad.
Egresada del Centro de Estudios Universitarios de la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, en el año 1989, los primeros pasos en su carrera, recordó, los dio en el despacho del reconocido jurista, René Chávez Martínez.
En el año 1992, presentó un examen para formar parte del Poder Judicial del Estado, llegando a la actuaría del Juzgado Familiar, luego mediante un segundo examen de oposición, accedió al cargo de Secretaria de Acuerdo y Trámite en un juzgado penal, emigrando durante medio año a la Sala Colegiada Penal del Tribunal Superior de Justicia.
Regresó a Monclova para formar parte del Juzgado Segundo Penal con el Juez Manuel de Jesús Gallardo, ahí–cuenta la abogada–duró dos años aproximadamente, hasta el año de 1994, cuando el Licenciado Francisco Javier Alonso Martínez, fue nombrado Juez Primero de Primera Instancia Civil, él, llegó el día primero de febrero de 1994, y ella, el 16 de febrero del mismo año, como Secretaria de Estudio y Cuenta.
Desde entonces y hasta el mes de mayo del año pasado, indicó la entrevistada se desempeñó como Secretaria de Acuerdo y Trámite, ya que a partir del 28 de mayo del 2022, fue designada como jueza interina.
A poco de cumplir 35 años como profesionista, quien es madre de dos jóvenes, una de ellas estudiante universitaria, y la otra una adolescente que cursa la escuela preparatoria, Mónica compartió que durante el ejercicio de su profesión, se haya sentido relegada de forma alguna por ser mujer.
“Yo nunca me sentí relegada, o que por ser mujer me hayan desplazado, tuve compañeros de mucha calidad que en su oportunidad, y al igual que yo presentaron sus exámenes, pero hablando en plural, las mujeres sí hemos superado muchas cosas, hemos roto una barrera, ocupando puestos de mucha importancia, una lucha que sigue, y tras la cual hay buenos resultados”.
“Todos aquellos que discriminan, son criados por mujeres, y en mi opinión, somos las mujeres quienes debemos educar a hombres y mujeres por igual”, señaló la abogada, recordando que los hijos son un reflejo de sus padres, y que en igual medida son las mujeres quienes pueden fomentar en sus hijos, esos principios y valores que a veces hacen falta, y erradicar las barreras que impiden que todos podamos ser definitivamente iguales.
“Somos muchas mujeres, de 200 jueces en el Estado, la mitad somos mujeres, y en Monclova, hay muchas mujeres profesionistas haciendo méritos buscando una oportunidad para formar parte del Poder Judicial”.
Una meritoria, recordó, entró como mecanógrafa, y actualmente es actuario, y está en condiciones de seguir ascendiendo, lo cual es una prueba de como las mujeres se han abierto espacios mediante una lucha continua por sus derechos.
“Muchos dicen que es un doble trabajo, un doble esfuerzo, ser madre y profesionista, y sí, en mi caso, mi esposo me apoya mucho, distribuyéndonos las cargas del hogar para que cada quien pueda cumplir con su trabajo”.
“Hay que salir adelante como sea”, señaló Mónica Rodríguez Alvarado, al final de la entrevista, “Tienes que tener confianza en tu capacidad, y luego ser lo suficientemente fuerte como para seguir adelante.” Señaló Eleanor Rosalynn Carter.