Fabiola Sánchez
Cientos de mujeres se sumaron a la marcha en Conmemoración al Día Internacional de la Mujer y recorrieron el bulevar Harold R Pape desde el norte de la ciudad, hasta llegar al cruce del bulevar Francisco I Madero, donde algunas de las manifestantes alzaron la voz y expresaron públicamente actos de violencia de los cuales han sido víctimas o han quedado impunes en la Región Centro.
El movimiento convocado por el Colectivo Sororidad Monclova inició en punto de las 5 de la tarde y se contó con la participación de mujeres de todas las edades, algunas víctimas de violencia física, psicología y sexual y, o familiares de las mismas.
Familiares de mujeres desaparecidas o victimas de feminicidio, fueron quienes encabezaron la marcha, seguido de ellas, mujeres acompañadas de menores y al final del contingente personas solidarias a esta manifestación pacífica.
“Nos quitaron tanto, que nos quitaron el miedo”, “Nos falta Bere, desaparecida en Monclova”, “Si mañana soy yo, abracen mucho a mi mamá”, “Hoy marcho por un futuro para mi hija y mi nieta”, “Mi mamá me está enseñando a luchar por mis derechos”.
Estas fueron algunas de las leyendas plasmadas en carteles los cuales fueron exhibidos durante la marcha por las manifestantes, quienes en su mayoría vestían ropa color morado, como expresión de la lucha por la igualdad de género.
Las mujeres en grito de justicia, exigían a las autoridades atención y castigo a los responsables de actos de violencia o feminicidio, así como también pedían igualdad en sus derechos y respeto en su persona.
La marcha concluyó en la plaza del Magisterio, donde después de la bienvenida y agradecimiento por el apoyo que hizo una miembro del colectivo de Sororidad, se dio acceso al micrófono para que las mujeres expresaran libremente sus sentimiento o testimonios.
Frente a cientos de mujeres, las participantes tuvieron el valor de exponer ante todas testimonios muy fuertes de actos de violencia, acoso, violencia física y en algunos otros casos rechazo por su preferencia sexual.
Finalmente, los carteles del manifiesto fueron colocados en el “muro de la vergüenza”, utilizando las cuatro paredes del cuarto de bombeo en este sitio público, donde también plasmaron con grafitis leyendas en exigencia de atención.
Cabe resaltar que, ante estos actos, se dio la intervención de las autoridades de seguridad publica quienes trataban de evitar que continuaran rayando las paredes del espacio público, sin embargo, las mujeres hicieron caso omiso al llamado de atención de los elementos.