Por Yuriria Sierra
Encender el debate
En 12 meses, el panorama estará definido, al menos el de la campaña electoral: quiénes y por cuál partido o coalición. Es la campaña de 2024 en la que se elegirá al sucesor o sucesora de Andrés Manuel López Obrador, pero también los comicios en los que se renovará a la totalidad del Poder Legislativo, así como nueve gubernaturas, además de otros cargos a nivel local en varias entidades. Son 12 meses los que están enfrente, sin embargo, los jugadores, y sus respectivos equipos, parecen leer distinto el paso del tiempo. Llevamos varios meses hablando de las corcholatas, los aspirantes del partido oficial que trabajan para ganar simpatía rumbo a las encuestas de Morena con la que se elegirá al contendiente. Han aprovechado bien la ventaja de estar en el ojo público para hacer de su carrera interna una batalla pública. El asunto es que la oposición ha respondido con lentitud, apenas hace unas semanas PRI, PAN y PRD definieron la forma en cómo funcionará su alianza, y todo a partir de la elección de este año.
Hoy sabemos que el PRI tuvo preferencia en la selección de los abanderados de la alianza para las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México; de esta forma, sabemos que será el PAN el que decida el nombre de quien buscará la Presidencia en 2024, también de quien juegue por la Jefatura de Gobierno de la CDMX, pero a diferencia de lo que ocurre en Morena, donde se saben contendientes las corcholatas reconocidas desde Palacio Nacional: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal… y hasta Gerardo Fernández Noroña, en la oposición, la lista de aspirantes es aún más larga. En las filas del tricolor, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu y Enrique de la Madrid han hablado públicamente de su intención de encabezar el gobierno federal. Paredes me lo dijo así en octubre pasado en entrevista en Imagen Televisión, por su parte Ruiz Massieu y De la Madrid han comenzado ya la difusión de su mensaje con miras a la precampaña. En Acción Nacional, Santiago Creel ha hecho lo propio, lo mismo que Lilly Téllez, quien ha aprovechado todas las oportunidades a su alcance para hablar de lo que sucedería en “su gobierno”; Ricardo Anaya no ha cesado en sus apariciones semanales para mantenerse vigente en la agenda pública, hasta el diputado Juan Romero Hicks ha expresado su intención de ser candidato. El PRD, mientras tanto, tiene a Miguel Ángel Mancera como una posibilidad.
Y hace un par de días, Gustavo de Hoyos, expresidente de Coparmex, integrante de la sociedad civil, aguerrido crítico a la actual administración, anunció su intención de ser el candidato que represente al grupo que aspira a quitar a Morena del Poder Ejecutivo: “Yo lo que escucho en todas partes: en los restaurantes, en los aeropuertos, en los hoteles, en los parques es que ya es tiempo de que uno de nosotros, alguien que no esté podrido por el poder, alguien que llegue con propuestas nuevas sea quien encabece la propuesta opositora (…) Los mexicanos estamos hasta la madre de los políticos. ¿Qué pasaría si uno de nosotros, alguien que no está podrido por el poder, se levanta para tomar las riendas de este país?”, expresó en el mensaje con el que hizo oficial su intención.