El viaje de una sonda hace más de tres décadas ha revelado que la superficie venusina posee volcanismo activo, lo que puede significar un indicio de vida extraterreste
Una misión pionera y un descubrimiento histórico
Esta información se suma a otras que la Magallanes envió a la Tierra y que batieron todos los récords. En total, se recibieron 1200 gigabytes, una cifra que suma la cantidad recogida en todas las misiones anteriores juntas. Para la época fue un logro sin precedentes, aunque, a día de hoy, queda muy lejos del alcance que tienen algunas expediciones.
El último hallazgo ha sido posible gracias a los avances de la tecnología. El investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Scott Hensley, ha explicado en una entrevista a El País que, hace unos años, comenzó a comparar las imágenes del Magallanes en dos pasadas que tuvieron lugar en febrero y octubre de 1991. Sus conclusiones han sido recogidas en la revista Science y constituyen, de manera indudable, que la actividad de los volcanes en Venus es algo real.
En las imágenes de febrero se consiguió fotografiar una grieta volcánica de dos kilómetros cuadrados con una profundidad de 175 metros. Sin embargo, y para sorpresa de los expertos, las de octubre retrataron que la fisura había duplicado su tamaño habiéndose llenado de un material. La primera hipótesis fue clara: lava. La última erupción se dio en un volcán que se creía extinto, el Maat Mons.
No es el único planeta con volcanes en activo
Las pruebas aportadas han metido de lleno a Venus en el selecto club de planetas del sistema solar con actividad volcánica en la actualidad. Además de la Tierra y de Venus, también posee volcanismo activo Ío, una de las cuatro grandes lunas de Júpiter. Este satélite tiene cientos de volcanes y constituye el punto más activo de todo el sistema.
Además, en diciembre se hizo público el descubrimiento en Marte de una zona volcánica del tamaño del continente europeo. La peculiaridad, que podría entrar en erupción en cualquier momento.
La actividad volcánica puede convertir un lugar en habitable
Los volcanes crean entornos donde puede generarse vida. Así es, por lo menos, en la Tierra. En el caso de Venus, parece muy complicado que esto pueda llegar a ocurrir. En septiembre de 2020 se encontró fosfina, un compuesto químico relacionado con la vida sin oxígeno, y las teorías crecieron tan rápido como su caída cuando, tras muchos intentos, los científicos no consiguieron replicar el descubrimiento.
No está todo perdido. En 2031, Estados Unidos y Europa lanzarán dos misiones más a Venus. El objetivo, analizar la atmósfera y la superficie venusina. Las expectativas, encontrar vida. Si en algo coinciden los investigadores principales encargados del Magallanes y los expertos en la materia es que, todavía, queda mucho por descubrir de este planeta.