CIUDAD DE MÉXICO.- La Fiscalía General de la República (FGR) ya no puede revertir la admisión de las pruebas de descargo de Emilio Lozoya en el Caso Odebrecht.
Durante la audiencia intermedia que concluyó el pasado lunes, la FGR pidió excluir 28 de las 38 pruebas presentadas en su descargo por el ex director de Pemex, sin embargo, el juez de control Gerardo Alarcón López rechazó todas sus solicitudes.
Adicionalmente, por pedido del acusado, el impartidor de justicia canceló en su totalidad 21 de los 67 datos y medios de prueba ofrecidos por la FGR, al estimar que son ilegales, y excluyó parcialmente otros 12.
Entre las anuladas por completo están los informes financieros enviados por Suiza y Brasil, documentos clave para acreditar los supuestos sobornos de Odebrecht al ex funcionario hoy preso en el Reclusorio Norte.
Si bien la Fiscalía puede impugnar y tratar de revertir esta última determinación, con las pruebas ofrecidas por Lozoya y validadas por el juez ya no hay marcha atrás.
El Código Nacional de Procedimientos Penales, en su artículo 467, establece que la exclusión de medios de prueba es una de las resoluciones del juez de control que pueden ser apeladas.
Sin embargo, no señala que pueda impugnarse la admisión de pruebas a las partes, razón por la que eventualmente estarán en el juicio todas las presentadas en su favor el ex director de Pemex.
Lozoya y su madre Gilda Margarita Austin y Solís, también procesada en la misma causa judicial, ofrecieron en su descargo un total de 22 testimonios, 7 peritajes, 8 documentales y un video que considera como prueba anticipada. Todas estas pruebas estarán en el juicio.
Entre los testimonios, el ex funcionario pide interrogar a su hermano Juan Jesús y a su padre Emilio Lozoya Thalmann, ex secretario de Energía en el sexenio de Carlos Salinas.
También ofreció declarar al polémico Will Arthur Gerhard Henze, un empresario alemán cuyo testimonio constituye la principal coartada de Lozoya.
Henze ya vino a México a declarar en una audiencia que tuvo lugar el 30 de julio de 2018 y debido a que ese testimonio lo rindió ante un juez de control, el video de dicha audiencia es también la única prueba anticipada que presentó el ex funcionario para el juicio.
La importancia de su testimonio radica en que el alemán exculpa indirectamente a Lozoya de haber recibido en una off shore un depósito de 6 millones de dólares, como parte de los sobornos de Odebrecht.
En aquella comparecencia ante un juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, Henze dijo que la empresa receptora de nombre Zecapan en realidad es de su propiedad y el dinero depositado no es un soborno de los brasileños sino un préstamo que le hizo una empresaria mexicana.
Esa mujer era la hidalguense Fabiola Tapia, hermana de Juan Carlos Tapia, dueño de Construcciones Industriales Tapia, socia mexicana de Odebrecht en los contratos de la Refinería de Tula.
A fines de la administración pasada, el testimonio del alemán y otras documentales trataron de usarse como pruebas para archivar el Caso Odebrecht, bajo la hipótesis de que el dinero de los sobornos en realidad eran depósitos relacionados con negocios de Fabiola Tapia.
Al final, la investigación continuó porque la empresaria falleció en 2014 y no había forma de corroborar lo dicho por Henze, además de que prevalecieron las dudas sobre unos documentos que supuestamente acreditaban que la occisa había adquirido otra off shore de nombre Latin America Asia Holdings, antes de que Lozoya triangulara en ella 3 millones 150 mil dólares de Odebrecht.