El que a contras mata, a contras muere.
El Real Madrid, cuyo sello ha sido los contragolpes, quedó herido de muerte en la lucha por LaLiga al caer 2-1 con el Barcelona con un gol de Franck Kessie en la compensación, justo con una jugada clásica de su rival. El triunfo aumentó la ventaja culé sobre los blancos a 12 puntos a falta de 12 partidos, en apasionante duelo de la Jornada 26, disputado en el Camp Nou de Barcelona.
El primer aviso lo hizo Benzema con un tiro tibio que quedó bajo cobijo de Ter Stegen apenas al 2′, buena señal de lo que vendría.
Inmediatamente, el Barsa contestó y antes del minuto 6, Courtois ya había hecho 2 buenas paradas: a Lewandowski al minuto 3 y a un cabezazo de Rafinha al 5′.
Los locales parecían inclinar de manera radical el juego a su favor, pero el marcador se movió al revés.
Una incursión por izquierda del Madrid al 9′, en la que los zagueros culés fueron muy permisivos, vio a Vinicius Jr. mandar un centro casi en línea de fondo el cual fue desviado con la cabeza por Ronald Araujo hacia el interior de su portería.
El mazazo del autogol fue facturado por el Madrid por partida doble, pues los minutos que siguieron al tanto fueron de juego intenso, pero lejano al arco madridista. Incluso, una jugada construida desde atrás por los blancos estuvo cerca de herir nuevamente al Barsa, al 22.
Rafinha se hizo del protagonismo culé en el flanco derecho, su intento más claro al 33 fue desviado por Courtois y tantos otros se toparon con los zagueros blancos incluso antes de entrar al área. Una amarilla, lógica por su constante participación, lo acompañó desde ese minuto.
La insistencia rindió frutos cuando parecía que el parcial sería a favor del visitante. Un centro por izquierda fue abanicado por Rafinha en el área; sin embargo, el propio brasileño se recuperó segundos después para mandar otro tiro que fue tapado, Frenkie de Jong tomó el rechace e hizo su propio envío que también se estrelló en el muro blanco, pero ahí apareció Sergi Roberto, que en pleno corazón del área, la tocó entre un mar de piernas para empatar el partido al minuto 45′.
El segundo tiempo no fue menos intenso. Con el riesgo de la presión alta, el Barcelona dio pie a que el Madrid le plantara varias contras peligrosas.
Para el minuto 53, los blancos provocaban más sustos en el área local, aunque la más clara vino de un error de Busquets, que perdió la pelota en el centro, pero el ingresado Rodrygo voló su tiro al 62′.
La respuesta vino más tarde con unos minutos de posesión culé, que vio su culminación con una volea que Lewandowski voló al 66′.
Al 73′ fue Rafinha quien mandó un tiro débil a las manos de Courtois.
A los 80′ una incursión blanca que fue de izquierda a derecha y terminó con un remate de Asensio a la red puso al Camp Nou en un hilo, pues tuvo que ser el VAR el que le indicara al silbante Ricardo De Burgos que el atacante madridista estaba en fuera de lugar.
Cuando el Madrid hacía sus últimos intentos por anotar, una contra al 91′ llevada por izquierda encontró a Kessie, quien casi solo en segundo palo, la mandó a guardar provocando el estallido del coso culé, que festejó el triunfo como si fuera la Final de LaLiga, y no es para menos, el Barsa llegó a 68 puntos y dejó al Madrid en 56. Mucha distancia.
