Oscar Ballesteros
La población femenina dentro de los Grupos de Alcohólicos Anónimos actualmente representa casi la mitad de los internos que se atienden; aproximadamente un 40 por ciento son mujeres, de las cuales el 20 por ciento ingresan por el consumo de drogas.
Tanto el alcoholismo como la drogadicción son consideradas enfermedades familiares, pero se profundizan cuando la víctima de la adicción es madre de familia.
A la par del ingreso de mujeres a los grupos AA, se da la detención cada vez mayor de involucradas en actos de mal orden, hechos violentos o accidentes viales, derivados de dicho consumo.
Una interna que ha logrado recuperarse en el Grupo Sendero de Alcohólicos Anónimos 24 Horas señaló que cuando ella ingresó hace unos años, que mujeres llegaran al sitio era impensable y de acuerdo con su experiencia, compartió que la presión de ser señaladas impedía que ellas buscaran la ayuda.
“Yo que soy mujer, siempre creí que era para viejitos, los hombres, jamás pensé que iba a llegar a un lugar de estos, pero mi necesidad, el tocar fondo y llegar a las drogas se me ocurrió que ahí podía dejar todo eso, se me olvidó la vergüenza, se me olvidó que eso pensaba”, compartió la entrevistada.
El tabú de que el hombre era el que tenía el papel de alcohólico, además de la desinformación, la cual dijo que existía, impedía que las mujeres aceptaran su problema y buscaran la ayuda pertinente.
La situación actual en cuanto a la población es prácticamente igual entre ambos sexos, y lo más preocupante es debido a que su ingreso ya no se debe únicamente al consumo de alcohol, sino que directamente empiezan con consumo de sustancias más fuertes.
Por lo que, en general señaló que, ya es sólo el 30 por ciento de los internos los que buscan ayuda por únicamente consumo de alcohol, y el resto de la población ingresan por el manejo específicamente de cristal, por encima de otras drogas.