En temporada de calor se antoja ir a un balneario, pero debes tener en cuenta que hay infecciones que puedes contraer.
Ir a un balneario es sin duda una actividad que se disfruta; sin embargo, debes conocer los riesgos que hay y saber cómo prevenirlos, pues en las albercas públicas hay diversas infecciones que puedes llegar a contraer.
Las albercas públicas son áreas de diversión, pero también de refugio de gérmenes y sustancias químicas que se encuentran en el agua.
Las principales afecciones que podemos contraer en piscinas públicas de un balneario son diversas y por ello es importante conocerlas, con el objetivo hacer todo lo posible para prevenir cualquier tipo de infección.
Infecciones comunes que se contraen en albercas de balneario
- Pie de atleta. Se trata de una infección por hongos que suelen alojarse en el suelo y que afecta a la planta del pie. Provoca que la piel se ablande y se inflame, además de que se formen grietas dolorosas.
- Otitis. También llamada otitis de las piscinas, ocurre cuando el agua se queda retenida en el conducto auditivo externo, bien por la forma de este (estrecho o inclinado) o bien por la presencia de cerumen o restos epiteliales. Los principales síntomas son el picor y dolor de oído.
- Conjuntivitis. Al abrir los ojos debajo del agua se pueden causar diversas irritaciones al los ojos, parte de ello, por el cloro que se utiliza para la desinfección. La conjuntivitis en piscinas puede ser por la infección de un virus, llamado adenovirus, que afecta a los ojos a través del picor y el enrojecimiento.
- Dermatitis. Cuando se está demasiado tiempo en el agua, hay más posibilidad de padecer algún tipo de afección a la piel, esto puede manifestarse en forma de ronchas o erupciones generalizadas. En la mayoría de los casos se curan por sí solas.
Recomendaciones para prevenir infecciones en piscinas
Hay cosas que no pueden del todo controlarse, pero te recomendamos algunas prácticas que pueden ayudar a evitar contraer infecciones comunes que hay en los balnearios.
- Sumergirse en el agua con la boca cerrada para no tragar agua, así como cerrar los ojos o protegerlos cuando se hace la misma práctica.
- Evitar entrar a las piscinas si se tiene algún padecimiento como conjuntivitis para evitar contagiar a los demás.
- Bañarse antes y después de divertirse en las albercas por higiene y para retirar todo tipo de gérmenes.
Con información de Excélsior.