El podio del Gran Premio de Australia estuvo conformado por tres monarcas de la Fórmula Uno.
Después de cuatro arrancadas, Max Verstappen conservó su victoria frente a Lewis Hamilton y Fernando Alonso, quienes brindaron una batalla más interesante en cuanto a estrategia de conservación de neumáticos y vueltas rápidas en Melbourne.
El piloto de Red Bull perdió la punta en los primeros 12 giros ante los Mercedes, pero, una vez que se recuperó, pudo alejarse del pelotón.
“Tuvimos un comienzo muy pobre y luego en la vuelta 1, tuve cuidado porque tenía mucho que perder y ellos tenían mucho que ganar. El ritmo del coche era rápido, se notaba de inmediato. Siempre estuve ahí esperando que el DRS se abriera y tuviera la oportunidad de adelantar”, dijo el bicampeón, que podría perder su triunfo si se le sanciona por posición errónea en la parrilla durante el tercer reinicio.
Hamilton, en cambio, fue el que más progresó pese a contar con un inestable W14, pues su principal arma fue equilibrar sus tiempos en cada vuelta que completó.
“He tenido la mejor semana. Esta pista y la ciudad continúan ofreciendo un gran espectáculo. Es desafortunado para George, y por nuestra parte tenemos que investigarlo. Nuestra confiabilidad ha sido buena en general, por lo que es desafortunado, pero obtener esos puntos hoy fue maravilloso. Definitivamente no esperaba ser segundo”, puntualizó el siete veces monarca de la Máxima Categoría.
El asturiano, que tiene 2 coronas en su cuenta, apretó y casi se queda fuera de la contienda después de un toque con el Ferrari su compatriota Carlos Sainz Jr., aunque todo quedó en un susto y retuvo el tercer puesto.